Por: Uriel de Jesús Santiago Velasco
Cécile Coulon nació en Clermont-Ferrand el 13 de junio de 1990, es aún una joven escritora, sin embargo, sus libros son toda una revelación literaria que la posicionan entre las autoras contemporáneas más reconocidas de las letras francesas.
Publicó su primera obra a los 16 años y en 2012 obtuvo su primer premio literario, desde entonces ha publicado una decena de libros que versan entre la novela, la poesía e inclusive el teatro. Una bestia en el paraíso es su primera novela traducida al español, se publicó originalmente en 2019 obteniendo el Premio “Le Monde» a mejor novela del año; recientemente la editorial Planeta bajo el sello Seix Barral lo ha publicado en México y en el resto de países hispano hablantes.
La novela es de una hechura sencilla, al principio puede dar la impresión de recorrer territorios conocidos, no obstante, entre los pliegues de la historia convergen diversos recursos literarios que la dotan de un interesante juego de temporalidades.
El escenario de la historia es “El paraíso”, una granja de la Francia rural, para llegar desde el pueblo más cercano hay que recorrer kilómetros de un camino sinuoso; la propiedad le ha pertenecido a la familia Émard desde varias generaciones atrás, es ahora administrada y custodiada por Émilienne una matriarca campirana que lleva sola las riendas de sus tierras, su única hija Marianne se casa con Étienne un joven intelectual de la ciudad, que ve en “El paraíso” un territorio exótico y casi idílico para descubrir, no obstante, por su estilo de vida, no se adapta para los trabajos del campo y busca oportunidades para enseñar en el pueblo; una noche, al término de una jornada, tienen un accidente, su vehículo vuelva en una curva y mueren. Dejando a sus dos pequeños hijos: Blanche y Gabriel al cuidado de su abuela Émilienne, una mujer dura que educa a sus nietos para el trabajo en sus tierras.
Al quedar la abuela sola con sus pequeños nietos, aparece Louis un muchacho que sufría maltrato en su hogar y que Émilienne de alguna manera, adopta y recibe en su propiedad; con el paso del tiempo, él se convierte en su más fiel trabajador y la ayuda en la crianza de los niños, el cuidado de los animales de la granja y las tierras. Louis es un personaje indispensable en “El paraíso”, a pesar de ello, lo demeritan haciéndole ver que no es parte de la familia Émard y tampoco un trabajador cualquiera.
Cuando los nietos llegan a la adolescencia, Gabriel parece ser un escuálido muchacho, sentimental y extraviado siempre en sus pensamientos; mientras que Blanche es una joven activa, entregada a su labor en el campo, que demuestra una gran inteligencia para los estudios y además, se caracteriza por su carácter arisco y decidido, como si todas las tragedias familiares no le hubieran afectado, hasta que conoce el amor encarnado en Alexander, el típico muchachito guapo y casi perfecto con el que soñaría cualquier adolescente. Blanche abre todas sus barreras y se entrega en cuerpo y alma a él, sin embargo, el espíritu ambicioso de Alexander lo hace abandonarla e ir en busca de su propia superación. Herida y lastimada por el engaño, Blanche continúa su vida, al igual que su abuela, es poseída por sus tierras donde se entreteje la rutina, el trabajo, la frustración y la lucha por sacar adelante “El paraíso”.
Sin lugar a dudas es una novela fascinante, que hace emerger sentimientos que todos compartimos, que envuelve rápidamente al lector y lo lleva por caminos inesperados, porque a veces, el exceso de sentires, también puede convertirnos en bestias…