Por Roberto Villagrán Torres
Oaxaca no puede dejar de destacar por su rebosante biodiversidad en el México megadiverso. La tortuga Laúd, única y distanciada de todas las tortugas marinas, tiene como sitio favorito para anidar, a la singular playa de Barra de la Cruz, pequeña comunidad ubicada a 20 km de las mágicas Bahías de Huatulco.
La tortuga Laúd es la única tortuga que no tiene caparazón y la más grande de todas las tortugas. No posee placas duras en su espalda. Su espalda está cubierta por piel color negra con puntos blancos; toca la piel de tu frente y presiónala ligeramente con tu cráneo, sentirás algo semejante al “caparazón” de la tortuga Laúd.
Son las tortugas que más se alejan de la costa y pueden bucear hasta los increíbles 1000 metros de profundidad por casi 30 minutos, mientras que las otras especies llegan sólo a unas cuantas decenas de metros por unos cuantos minutos. Puede hacerlo gracias a su forma hidrodinámica sin un ancho caparazón, como las otras tortugas, por su gruesa capa de grasa en la piel y por sus órganos respiratorios especializados para buceo.
Esta tortuga es única; pertenece a un grupo muy antiguo de tortugas, de la cual sólo queda esta especie, el resto se extinguió hace muchos años. Desgraciadamente, la última especie que queda está a punto de extinguirse por la perturbación humana; su población ha disminuido 80% y de los 6,000 nidos, hoy se lucha por alcanzar los 300 en Barra de la Cruz.
El saqueo de sus nidos llegó a ser casi del 100%, originado por el elevado costo que tenían y por la facilidad y rapidez del robo. Algunas formas de pesca agresiva en el océano pacífico, en donde migran miles de km para alimentarse o desovar, asesinan a muchas tortugas accidentalmente.
Las bolsas y otros productos de plástico confunden y matan a las tortugas Laúd, porque su único alimento son las medusas; de hecho, su boca no está capacitada para morder otro tipo de alimento, lo que les complica más la existencia.
Afortunadamente, México ha impulsado programas de conservación de la tortuga Laúd en las playas más importantes de anidación a través de la CONANP. El campamento Tortuguero Barra de la Cruz hace monitoreo e incubación del 100% de los huevos, ganándole espacio al saqueo; el objetivo es asegurar el nacimiento de las crías, mientras se intenta hacer conciencia en los hueveros que aún existen y se les brinda trabajo en el campamento; sin embargo, el plan de conservación debe ser internacional.
Cahuitán, Chacahua y Morro Ayuta en Oaxaca, son otras de las playas visitadas frecuentemente por la Laúd para anidar.
En Barra de la Cruz, la CONANP acepta de voluntario al que busque apoyar en la conservación de las tortugas por interés social, ambiental, académico o personal. Es increíble poder estar junto a estos animales en una playa hermosa y solitaria, en un ecosistema limpio y relajante. Oaxaca y todo México, son maravillosos.
