Por: Ramón Velásquez Chagoya
Si alguien ya protegió su dinero invirtiendo en alguna propiedad, puede proteger también el futuro de sus seres queridos dejando un testamento claro y preciso. Esto garantiza que se pueda dejar el patrimonio en forma ordenada y pacífica a quien lo decida, evitando posibles conflictos como gastos económicos, pérdida de tiempo y alteraciones en la tranquilidad familiar. Ten presente que incluso, mediante un testamento, se podría reconocer un hijo, designar un tutor, designar a un tercero para elegir una institución de beneficencia, designar a un tercero para la distribución de unos bienes, reconocer una deuda, etc.
El testamento es un instrumento legal que es otorgado ante un Notario Público en el que se manifiesta la voluntad sobre el destino que tendrán los bienes y derechos tras la muerte de una persona; es la herramienta ideal para garantizar la seguridad jurídica de nuestros seres queridos.
Habitualmente uno cree que hacer un testamento es símbolo de una muerte próxima, sin embargo, esto no es así, pues realmente es un acto de amor, es personal, nadie más lo puede hacer por ti y lo puedes modificar las veces que sea necesario, pero sobre todo, ten presente que tienes la libertad de decidir sobre tus bienes y derechos.
Por acuerdo de la Secretaría de Gobernación, todos los notarios públicos de la República Mexicana forman parte de la campaña “Septiembre, mes del Testamento”, intentando promover la cultura de la previsión, además de que se asegura que, al tener el testamento en orden, los parientes eviten gastos mayores e innecesarios y no pierdan el tiempo en un juicio sucesorio intestamentario que es caro, tedioso y largo. Durante este ejercicio los costos disminuyen hasta un 50%.
Los requisitos esenciales para hacer un testamento son: tener 17 años cumplidos, estar en pleno uso de sus facultades mentales, saber y manifestar su voluntad claramente (destino de su patrimonio); si lo deseas, puedes elaborar una relación de los bienes que dejarás en herencia y su ubicación. Estos datos no son necesarios si se nombra un heredero universal, saber qué persona administrará tu sucesión cuando ya no estés (albacea), presentar acta de nacimiento y matrimonio (si fuera el caso), tres testigos a los que les constará la forma en la que dictaste tu última voluntad y por último, identificaciones vigentes de los asistentes.
La vida en sí misma es compleja y nadie sabe qué será de nosotros el día después de mañana, pero si el testamento se elabora oportunamente, es algo sencillo y asequible de hacer, para ello estimado lector@, en el Corporativo Velásquez Chagoya, somos sensibles y empáticos con tus necesidades, brindando una asesoría jurídica garantizada con un servicio de excelencia.
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