Por Alejandra Santaella
Cuidar del cuerpo se convierte en una obligación cuando una mujer desea vivir una vida sexual libre y plena. Para ello, emplean diversos métodos anticonceptivos de base hormonal como pastillas, parches, anillos, inyecciones, implantes o DIU. Sin embargo, algunos traen consecuencias al respecto: ganancia de peso, trastornos menstruales o gastrointestinales, infecciones vaginales y tensiones mamarias; efectos con los que muchas mujeres tienen que lidiar para evitar un embarazo.
Lo interesante comienza cuando vemos el panorama completo y observamos que los hombres están muy lejos de pasar algo semejante. Se ha creído que el control de natalidad debe de estar a cargo de la mujer, lo cual me parece incorrecto debido a que es una decisión y responsabilidad que corre por parte de ambos.
Recientemente se ha confirmado en diversas investigaciones que pronto existirá la posibilidad de que los hombres también tomen pastillas anticonceptivas. Para ello, la Sociedad de Endocrinos en Chicago, propuso la idea de una píldora llamada dimethandrolone undecanoate, conocida como DMAU. Ésta reduce la producción de testosterona y demás sustancias que influyen en la producción de los espermatozoides.
Es importante analizar cómo este nuevo método para los hombres, abre una oportunidad a que “ellos” también formen parte de la concientización y la responsabilidad de los embarazos no deseados, así como de la planificación familiar. Quizá también sea un momento para que los varones conozcan los padecimientos que una mujer sufre con el objetivo de disfrutar de su vida sin que alguien tenga que depender en un futuro de ellas.
Espero que estas pastillas pronto sean una realidad, ya que es necesario que ellos también se cuiden y no sólo quede la decisión en las mujeres; eso sí dará paso a una perspectiva de género igualitaria en donde ambos tendrán la oportunidad de cuidar y planificar su vida sexual bajo los mismos métodos.
