Por: Carime Kuri Fierros
Había acudido a una sesión personal, de repente entró Gaby tan sonriente y amable como suele serlo siempre, nos saludamos e intercambiamos un par de comentarios un tanto banales, de pronto, por una frase absurda que dije, la plática dio un giro de 180º comentaba algo referente a la estética, cuando Gaby me respondió que había situaciones realmente agobiantes en la vida, que cuando las vives, te olvidas hasta de ti misma. Como le paso años atrás al conocer el diagnóstico de Elían, su quinto hijo, con el Síndrome Enfermedad de Hirschsprung.
Ignorante del tema pregunté; Gaby con sus grandes ojos brillantes y su voz cálida me comentó que esta enfermedad se produce cuando las células nerviosas del colón no se forman completamente y generan la obstrucción del intestino, paralizándolo total o parcialmente. Los nervios del colón controlan las contracciones musculares que mueven los alimentos a través de los intestinos. El síndrome enfermedad de Hirschsprung se da en uno de cada 10 000 niños, su hijo no era el uno, sino el dos, porque el tercero de sus hijos, Mateo, había nacido también con este síndrome.
Mateo fue diagnosticado a los 15 días de nacido con una obstrucción parcial, y tuvo una cirugía, donde le practicaron una colostomía, y al año y medio, volvió a entrar al quirófano para ser reconectado del intestino. Actualmente, con una dieta controlada, Mateo lleva una vida normal.
Elían a los dos días de nacido manifestó síntomas que Gaby reconoció de inmediato, acudió al hospital y su hijo entró a cirugía para salir del quirófano con colostomía, y con la noticia que la obstrucción es total. Elían actualmente tiene 11 años, sigue con la colostomía en espera de su cuarta cirugía que se ha detenido por su alto costo.
El médico que atendió a Mateo fue removido y entonces Gaby conoce al Dr. Bruno Martínez Leo quien había regresado a México después de haber trabajado en el extranjero en un hospital donde se atendían los casos con este síndrome. Gaby ve una vez más la luz de la esperanza.
La escuchaba sin dejar de mirarla tan joven y tan bonita físicamente, la energía que emanaba definía a una madre amorosa, fuerte, tenaz, presente, que no sólo caminaba con Mateo, Elían y su familia, sino también con su crecimiento personal. Atenta a su trabajo, llevo la narrativa, imaginándome sus largos y bulliciosos días en el hospital y las eternas noches intentando encontrar la oración, el pensamiento, la frase correcta de dónde sostenerse con una mano mientras con la otra, se aferraba a la esperanza con la que apretaba la mano de Elían, que por supuesto, no estaba dispuesta a soltar.
Elían forma parte de la Fundación Momentum, para Enfermedades Colorrectales Congénitas A.C., fundada por el Dr. Bruno Martínez Leo.
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