Seguramente has visto esta imagen en algunos de los restaurantes que frecuentas, este mes te comparto la historia y los valores del movimiento Slow Food para que la próxima vez que estés sentado en una mesa y lo veas, conozcas toda la filosofía que hay detrás de tus alimentos.
Slow Food fue fundada en 1980 por Carlo Petrini y por un grupo de activistas con el objetivo inicial de defender las tradiciones regionales, la buena alimentación y el placer gastronómico, así como un ritmo de vida lento. Tras dos décadas de historia, el movimiento ha evolucionado para dar cabida a una aproximación global sobre la alimentación, que reconozca las fuertes relaciones existentes entre nuestros alimentos, nuestro planeta, las personas, la política y la cultura. Hoy, Slow Food representa un movimiento global que implica a miles de personas y proyectos en más de 160 países.
Como te podrás imaginar, por el nombre de su fundador, Slow Food se creó en Italia, cuando se pretendía poner un Mc Donalds en Roma, un lugar sin duda característico por su gastronomía e ingredientes; por esta razón, este movimiento se creó para prevenir la desaparición de culturas y tradiciones alimentarias locales, para combatir las cocinas que traían consigo la globalización, las recetas y los procedimientos estándares; en pocas palabras, para combatir a su opuesta, la Fast Food.
Y no necesitas ir a alguno de los restaurantes que promueve este movimiento para ser parte de él, solamente necesitas darle el tiempo adecuado a tu alimentación, comer con calma, poniéndole atención al momento, tratando de que los alimentos que consumas sean de calidad, es decir, orgánicos o que sean directos de los productores y que hayan sido cocinados de la mejor manera posible; en pocas palabras, que tengas una comida saludable, fresca, casera y tranquila.
Al día de hoy, el movimiento tiene comunidades en todo el mundo, y claro que México y Oaxaca no son la excepción. Los tres principios de la filosofía de Slow Food sobre la alimentación y sobre la producción alimentaria son:
BUENA: una dieta con alimentos de temporada, frescos y sabrosos que satisfagan los sentidos y que formen parte de nuestra cultura local.
LIMPIA: una producción alimentaria y un consumo que no dañe el medio ambiente, el bienestar animal ni nuestra salud.
JUSTA: unos precios accesibles para los consumidores, una retribución y unas condiciones justas para los productores a pequeña escala.
Puedes seguir a SlowFood México en @slowfoodmexico y @slowfood_international
