Por: Alejandra Santaella
“Cualquier acto o comportamiento de alguien en una relación que sugiera que hay una tercera persona emocionalmente o físicamente involucrada”, es la forma en que define a las “micro infidelidades”, Martin Graff, profesor de Psicología en la Universidad de Gales de Sur, Reino Unido, quien considera que comunicarnos cada vez más a través del internet, ha hecho que las relaciones sean más ambiguas.
Antes, la solución era quitarse el anillo al entrar a un evento para dar pie a una aventura o relación con otra persona; sin embargo, ahora, con las redes sociales, es más fácil comunicar que se está “disponible”.
Dentro de los grupos que están más susceptibles a ser infieles se encuentran los menos religiosos y quienes están separados de su pareja por tiempos prolongados por el hecho de viajar o trabajar fuera del hogar, según el Director de la Encuesta Social General Americana.
Sin embargo, la historia y la literatura han jugado un papel muy importante en la imagen que le han dado a la mujer con relación a las infidelidades, ya que han sido impuestas bajo el categórico de: provocadoras del caos y de la lujuria infiel. Desde el mito de Adán y Eva (incitadora al pecado original) y Cleopatra (seductora y perdición de Julio César).
Lo cierto es que en esta época, con los acontecimientos como el Feminismo y la Revolución Sexual, ya no pertenecemos de igual forma a la sociedad patriarcal impuesta. En 2019 la infidelidad conyugal femenina se comienza a interpretar de otra forma, debido a que comienza a verse a la mujer como sujeto de su propia sexualidad, al igual que el hombre. Llegando a ser la infidelidad tan inaceptable para ambos.