Oaxaca
Hablar de Oaxaca, no es hablar de cualquier cosa, con el simple hecho de mencionar el nombre, los oídos se estremecen, saben que se habla de un Estado lleno de multiculturalidad, con un sin fin de flora, fauna, geografía, trajes típicos, música, danza y tradiciones. La Guelaguetza es la fiesta oaxaqueña más aplaudida y admirada a nivel mundial; seguramente, todos nosotros nos hemos maravillado al ver en el mes de julio, revolotear los pañuelos en el aire, los trajes típicos llenando de color el paisaje y los huaraches al compás de la música, haciendo resonar cada centímetro del cerro del fortín.
Todos hemos admirado la Guelaguetza, pero ¿En algún momento nos hemos preguntado quiénes se encargan de preservar la autenticidad de esta fiesta? En esta edición les voy a relatar la vida de una de estas personas encargadas de preservar la autenticidad de nuestras tradiciones: la profesora Margarita Toledo Gracia, una mujer amable, con un corazón que toda la vida se inclinó por obras de beneficencia; desde muy joven, Doña Margarita se dio cuenta que tenía que hacer algo para ayudar a su Estado, pues, como dice ella, sólo hay dos: querer a Oaxaca o no quererla.
Desde niña según lo dice ella, fue “una niña muy metiche”, pues gustaba de pasar tiempo en la cocina de sus abuelos preguntando y viendo cómo se hacían las cosas, sin importarle lo que los demás dijeran. Creció viviendo las tradiciones del Istmo, región que la vio nacer; su madre formó parte del primer grupo de mujeres istmeñas que vinieron al Homenaje racial; tal vez de ahí adquirió ese gran amor y sabiduría que tiene con las tradiciones.
La historia siempre estuvo muy cercana a esta gran mujer, pues su marido (qepd), Don Emilio García Romero, era nieto de Don Emilio Romero, primo hermano de Juana Cata. Gracias al respeto y la confianza que siempre hubo en el matrimonio, Doña Margarita pudo desarrollar su actividad en pro de la cultura Oaxaqueña.
Corría el sexenio del gobernador Eladio Ramírez López, cuando se forma el Comité de autenticidad, para rescatar la fiesta de la Guelaguetza que se encontraba descuidada; en un principio, la Guelaguetza duraba muy poco pues sólo se invitaba a una delegación representativa por cada una de las entonces 7 regiones y, el Comité de autenticidad en el que desde sus inicios participa Doña Margarita Toledo, evaluaban a las delegaciones cuando ejecutaban su baile y, si existía algún desperfecto no podía ser cambiado.
Por ello es que, posteriormente, se optó por ir a visitar a las delegaciones hasta su comunidad. Hay que aclarar que los integrantes del Comité de autenticidad, hacen sus funciones por amor a las tradiciones y sin goce de sueldo. Durante más de treinta años han pasado muchas cosas; actualmente, Doña Margarita es la presidenta de dicho Comité y recuerda, con orgullo, las historias vividas. Además, contribuye con la autenticidad de la Guelaguetza. Doña Margarita también colabora con el Municipio de Oaxaca de Juárez para la realización de los altares de la Virgen de Dolores durante la Semana Santa. En el sexenio de Gabino Cué, le fue entregado un reconocimiento por su ardua carrera; el año pasado, ganó el premio Guelaguetza que le entregó el actual gobernador.
Esto, sin duda, es poco en comparación de lo que merece Doña Margarita Toledo, pues de los dos caminos que ella se plantaba, siguió el que consistía en amar a Oaxaca.
Por: Uriel de Jesús Santiago Velasco