Los fósiles: piezas del rompecabezas evolutivo 

Por: Roberto Villagrán y Romina Silva 

Dicen los científicos que “Nada en la Biología tiene sentido si no se interpreta desde la evolución de las especies”.  No obstante, a pesar de toda la evidencia que la respalda, la evolución ha sido desestimada porque los humanos no tenemos la temporal para lograr verla, ya que, la evolución es un proceso complejo y tardado que consiste en una serie de cambios y adaptaciones que busca la supervivencia de las especies, utilizando y desarrollando las nuevas habilidades y características que se presentan en las crías al nacer, al crecer y al reproducirse en los ecosistemas que habitan.  

Otro cuestionamiento frecuente y conveniente es plantear ¿Dónde están todas las especies que han sido parte de la evolución? Es decir, el paso a paso de los progenitores que han llevado a las especies que existen hoy día a sobrevivir, ¿Dónde están todos ellos? ¿Dónde están esas especies que en biología llamamos Ancestros comunes? en otras palabras, es la especie que generó las especies descendientes que viven actualmente.  

Frecuentemente, los ancestros comunes están ya extintos, debido a que no lograron adaptarse a las nuevas condiciones ambientales, y, es por eso que sus descendientes lograron adaptarse y no extinguirse en el intento, porque fueron los más aptos para sobrevivir en el momento y en el espacio determinado. Sin embargo, el hecho de que estén extintos, no nos limita a conocerlos, porque muchos de esos seres dejaron rastros en nuestro planeta que hoy podemos encontrar como fósiles. 

Los fósiles ganan relevancia cuando se integran a la historia evolutiva de los organismos. Los fósiles son piezas perdidas en el rompecabezas evolutivo que nos permiten entender cómo fueron los pasos que dieron las especies para sobrevivir. Son partes orgánicas o rastros mineralizados que, bajo condiciones ambientales específicas, han sido conservados a través del tiempo entre las piedras y el lodo de nuestro planeta.  Sin embargo, es lógico pensar que, la formación de un fósil es un suceso fortuito y es por lo que son tan valiosos y escasos.   

Algunos de los más antiguos, son peces vertebrados que habitaron el planeta hace casi 400 millones de años. Es difícil encontrar fósiles más antiguos, debido a que, la mayoría de los organismos que vivían en ese tiempo, carecían de estructuras duras, y es mucho más difícil que las partes blandas se fosilicen.  

Por eso, los fósiles son pieza clave para entender la historia de los organismos y cómo llegaron a sobrevivir hasta hoy. Son claves para entender nuestra propia historia, la historia del planeta del cual somos parte, y es esa misma historia la que nos permite predecir nuestro destino. El mismo destino que el de casi todas las especies que han pisado este lindo planeta, la inminente extinción.  

Somos iguales, por mucho que nos haya costado reconocerlo, ni superiores ni inferiores. Consideramos que debemos ocupar el planeta y sus recursos naturales con humildad y empatía, teniendo en cuenta que sólo somos una especie más en la cadena evolutiva. ¿Estarías dispuesto a hacerlo?  

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