Los arrecifes coralinos 

Por: Romina Silva y Roberto Villagrán 

Los arrecifes coralinos son ecosistemas marinos fascinantes que se encuentran principalmente en mares tropicales poco profundos, aunque también pueden desarrollarse en aguas frías y profundas. Estas estructuras, formadas por corales y rocas, crean hábitats complejos donde coexisten centenares de especies de peces, algas y animales invertebrados. 

Los corales, pertenecientes al phylum cnidaria, son animales invertebrados que viven en colonias formadas por cientos o miles de pólipos. Estos diminutos organismos extraen calcio del agua de mar para construir una estructura calcárea que les proporciona soporte y protección, asemejando un esqueleto. A lo largo del tiempo, su crecimiento da origen a impresionantes formaciones tridimensionales que no sólo sirven de refugio y alimento, sino que también dan soporte a procesos biológicos y ecológicos esenciales, lo que los hace ser considerados un ecosistema por sí mismos. 

Los arrecifes de coral son considerados el ecosistema más diverso del planeta, debido a que albergan cerca del 25% de la biodiversidad marina reconocida, pero cubren menos del 1 % de la superficie oceánica. Además, son la estructura viva más grande de la Tierra, al punto de que algunas formaciones, como la “Gran Barrera de Coral en Australia”, pueden observarse incluso desde el espacio. 

Además de su asombrosa biodiversidad, belleza y exuberancia, los arrecifes coralinos están estrechamente conectados con otros ecosistemas, como los manglares. Estos bosques costeros actúan como refugios naturales para muchas especies de coral, mientras que numerosos animales del arrecife pasan su etapa juvenil entre las raíces de los mangles, donde encuentran protección frente a depredadores y abundantes recursos alimenticios para su desarrollo. 

En las costas de Oaxaca, como en Puerto Escondido, Puerto Ángel y el Parque Nacional Huatulco, se pueden ubicar claros ejemplos de la diversidad de arrecifes coralinos que existe en México y su relación con los bosques de manglares que rodean los esteros de la región. Su belleza ha cautivado a locales y extranjeros que dedican tiempo a apreciar la belleza de estos sitios y de las especies que los habitan. 

Si bien, los recorridos ecoturísticos intentan proteger a los corales para evitar daños en su estructura, la realidad es que la subida de la temperatura del agua es el peor enemigo de los arrecifes coralinos, ya que afecta los procesos biológicos de los organismos y evita que completen sus ciclos reproductivos, generando el fenómeno llamado blanqueamiento del coral. 

Dicho fenómeno ha preocupado a la comunidad científica, debido a la importancia de estos ecosistemas para el equilibrio biológico del océano. Por eso, es indispensable difundir y reconocer la relevancia de los arrecifes coralinos y las medidas urgentes que se deben tomar para protegerlos. 

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