Lealtades 

Por: Carime Kuri Fierros 

Hoy somos quienes somos por un conjunto de factores que lo hicieron posible, empezando por el encuentro de nuestros padres y ellos a su vez, estuvieron por el encuentro de sus padres y detrás los abuelos, y así los bisabuelos hasta llegar al origen que todos lo desconocemos. 

Nuestra fisonomía, las actitudes y muchas manías, son heredadas de algún ancestro. Hay quienes atribuyen a que nuestra personalidad forma parte de esa herencia y otros creen que es el entorno y los eventos que van forjando la personalidad; lo cierto es que vamos cambiando preferencias, maduramos el criterio, le apostamos más al amor, al desarrollo personal, al crecimiento interno e incluso, nos aventuramos a conocer el sentido de la existencia. 

Pero, por qué no logramos superar las carencias económicas, en el amor, en la realización personal, en la salud. ¿Qué es lo que pasa ahí? de repente se agotan todas las alternativas y no vemos resultados, entonces se cree que es el destino o el dedo divino, o se piensa que quizás se está pagando el pecado de los padres o de algún ancestro por lo que las cosas no se resuelven y no se fluye en la vida. Llega el momento de indagar el árbol familiar y mirarlo con humildad y desde el corazón, porque ahí están esas respuestas que no se encuentran, que no llegan. Alejandro Jodorowsky dijo: “Tener un árbol genealógico y no estudiarlo, es tener un mapa del tesoro y no ir por él”.  

No es la herencia de nuestros ancestros, ni sus desatinos o aciertos los que confabulan para que el éxito, la salud y el amor se den en nuestra vida, son las lealtades que uno decidió tener en pro del árbol. Generar esas lealtades en la vida personal sirven para poner en su correcto lugar al ancestro, para reconstruir el árbol, para liberar cargas y para evitar que se repita lo mismo en las generaciones futuras. 

Una vez que se da con esa historia oculta o con esa mentira que ensombreció por generaciones, se identifica a ese familiar por llevar el mismo nombre, por fecha de gestación, nacimiento o fallecimiento, por aspecto físico o por algún suceso similar experimentado, es entonces cuando se identifica la lealtad y se puede ver el bloqueo del tema. Es en este momento cuando se mira esa historia, se identifica, se comprende y se entiende por qué se generó la lealtad y sin juicio alguno, se honra y se agradece.  

Es el momento de valorar las herramientas que se obtuvieron a través de esta lealtad, y ver que, gracias a ellas, se avanzó en la forma que se ha hecho; que tal vez, si no se hubiera pasado por esas experiencias aparentemente dolorosa y difíciles, no seríamos las personas que hoy somos. 

Las lealtades, las enfermedades, las fobias, los amores, la infertilidad, las finanzas, los accidentes, son algunos de los muchos aspectos que se pueden y se deben de mirar en cada árbol genealógico. 

Te invito a mirar el tuyo. 

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