La cola de caballo y sus curiosidades

Roberto Villagrán Torres

Las plantas cola de caballo, carricillos o Equisetum (nombre científico) son plantas con una apariencia muy antigua. Aunque en la actualidad el número de especies es reducido, los parientes extintos de las colas de caballo dominaron el planeta en territorio y número de especies hace 360 millones de años. En realidad, las colas de caballo existentes, son únicamente los sobrevivientes de lo que fue un amplio grupo de plantas.

Los científicos han investigado las partes y los genes de esta planta, y es interesante conocer que, al comparar los restos pertenecientes a ejemplares de colas de caballo fósiles, resultan ser especies casi idénticas a las colas de caballo vivientes, pero de tamaños que llegaban a los 20 metros. Una de las especies actuales apenas llega a los ocho metros.

Otra característica antigua es su reproducción por esporas; no tienen flores ni frutos ni semillas, partes típicas en las plantas de nuestros tiempos, las más actuales. La reproducción por esporas era frecuente en las plantas antiguas, ya que aún no lograban separarse de los ambientes húmedos; de hecho, Equisetum está siempre presente cerca de ríos, lagos o arroyos en todo el mundo.

Aunque son muchas las características que hacen destacar a estas plantas, entre la sociedad y la industria sus químicos destacan, ya que presentan sustancias con funciones insecticidas, herbicidas, sabores amargos, bactericidas o venenosas. Por otro lado, estos compuestos han sido estudiados y utilizados por su valor medicinal, industrial, alimentario y económico. A partir de los metabolitos secundarios, se han producido medicamentos, saborizantes, colorantes y aromatizantes, entre otros. 

Desde antes de la conquista, México desarrolló medicina tradicional con las plantas Equisetum; se empleaban como diurético, cicatrizante, antiinflamatorio, antihemorrágico y para resolver los cálculos renales, esto gracias a su altísimo contenido en sales minerales y a sus sustancias químicas o también llamados: metabolitos secundarios

Los metabolitos secundarios que más llaman la atención son los flavonoides; tienen actividad antioxidante al protegerte del daño de los rayos ultravioleta, la contaminación ambiental, los químicos y medicamentos; de esta manera, los flavonoides evitan la aparición del cáncer. 

En las universidades del país se estudia la estructura química de los flavonoides y se predice qué reacción ocurrirá en el cuerpo humano; así, se ha concluido que al consumir la planta cola de caballo, se interviene en los procesos antiinflamatorios, relajantes musculares, antienvejecimiento, producción de colágeno y en el sistema urinario.Esta información, respalda el tratamiento propuesto por la medicina tradicional de diferentes poblaciones originarias de México y el mundo. Las colas de caballo han cautivado a todos los sectores de la sociedad; hemos aprendido a utilizarlas en la ciencia, en la medicina y a convivir con estas especies. Es un grupo de plantas espectacular.

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