Entre dos duelos 

Por: Carime Kuri Fierros 

Atravesar por un duelo es difícil, pero lo es aún más cuando a los pocos meses se presenta otro duelo. Salir de dos duelos simultáneamente puede ser especialmente complicado, es entrar en un remolino emocional intenso. A continuación, hare mención de algunas herramientas que pueden ser útiles mientras se establece un dialogo con un profesional: 

Permítete sentir el dolor, la tristeza, la ira, la impotencia o la emoción que aparezca. Evitarlos o reprimirlos simplemente pueden prolongar el duelo y pueden quedar ahí lastimando tu salud, hay que reconocer tus sentimientos. 

Identifica familiares y/o amigos para tener un grupo de apoyo, una red donde puedas compartir tus experiencias y emociones con personas que te entiendan. Personas que te escuchen, ya que ello será reconfortante. 

No te olvides de la persona más importante, tú. Procura continuar con tus hábitos diarios de higiene, recupera tu horario de comidas con alimentos sanos, haz un esfuerzo para reanudar tus actividades diarias, ejercítate para sacar el estrés y mantener tu salud, vuelve a tus horas de sueños reparador, hidrátate mucho y ventila tu espacio. Aléjate de falsos bastones como el alcohol, las drogas y el cigarro para controlar el dolor, evadirlo o ignorarlo. 

No te mientas. Si cada día lloras más, te aíslas, pierdes el control de tu día o estas de mal humor, habla con un profesional en duelos, no lo intentes solo. 

Crea rituales. Participar en los rituales de despedida, no sólo honra la memoria de los seres queridos, sino que, al mismo tiempo, te liberan de cargas emocionales que no debes de seguir llevando a cuestas; además, hacerlos puede ser una forma significativa de procesar los duelos. 

La paciencia debe ser tu nueva compañera, se paciente contigo inicialmente y después con la gente que se acercará con el afán de apoyarte pero que sus frases, comentarios y formas no son los mejores para ti y pueden llevarte a estadios de mal humor, inclusive te pueden situar en la depresión y la ansiedad. 

Formas de expresión. Atrévete a explorar actividades recreativas como la escritura, la pintura, la música, el teatro, el baile, las manualidades o cualquier otra forma de arte que te permita expresar lo que aún guardas, ayudándote a procesar tus emociones. 

Mira las conexiones espirituales o religiosas. Si tienes creencias, acude a ellas, puedes encontrar algunas respuestas que comiencen a darte paz interior y consuelo, independientemente de ampliar tu perspectiva entre la vida y la muerte. 

Tu memoria en positivo. Trata de recordar los eventos positivos, amorosos y alegres que viviste con los seres amados que han trascendido, estos recuerdos llenarán tus momentos de paz e incluso, dibujarán una sonrisa en tu rostro. 

Cada persona es diferente, cada experiencia es única y cada lazo que se genera con cada persona con quien interactuamos tiene sus propios grados de apego, amor y dependencia, lo que nos dice que cada duelo debe ser tratado con la dignidad y respeto que se merece. 

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