El papel de la educación

Hace siglos, Aristóteles dijo: “La educación nunca termina, pues es un proceso de perfeccionamiento continuo. El aprendizaje dura tanto como dura la vida de la persona”.

Este mes de mayo se conmemora a las y los profesores, por lo que es importante hacer una reflexión sobre el papel que juegan en nuestras vidas. Es muy seguro que todos guardemos grandes anécdotas; cómo cuando un profesor te brindó palabras confortables en un instante en el que tenías miedo de pasar frente a la clase y exponer, o aquella ocasión en la que una profesora te animó a perseguir tus sueños y te dijo que lo lograrías.

La docencia en la educación mexicana es clave en el desarrollo de nuestras niñas y niños, ya que no sólo fomenta el proceso del aprendizaje de conocimientos, sino también contribuye en el descubrimiento de nuevas formas de habitar el mundo; transmite valores, aspiraciones y, por supuesto, coadyuva en  la construcción del pensamiento. Los profesores son aquellos pilares a los que se aspira seguir y que invariablemente, dejan una huella en nuestra vida a pesar de que, la mayoría de veces, nunca más los volvemos a ver. Debido a las importantes aportaciones que han hecho al desarrollo del ser humano, podemos afirmar que esta profesión (practicada desde las más antiguas civilizaciones) se ha convertido en algo fundamental de nuestras vidas.

A pesar de esta premisa y del hecho de que los gobiernos nacionales e internacionales reconocen la importancia del profesorado para lograr el cumplimiento de agendas como la reducción de las desigualdades, el respeto a los derechos humanos y la formación de nuevas generaciones con perspectiva de género y que pese a que, en la actualidad existe una universalización en el derecho a la educación, lamentablemente aún persisten regiones enteras donde se encuentran niñas y niños que no cuentan con docentes para su formación.

Conforme a datos de la UNESCO[1], será necesario contratar 69 millones de docentes para garantizar la universalización de la enseñanza primaria y secundaria de aquí al 2030, fecha límite del cumplimiento de la agenda de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Oaxaca necesita de un gran compromiso y convicción en la labor de la enseñanza, sobre todo en este momento que con motivo de la pandemia, muchas madres y padres se ven obligados a fungir como sostén económico al mismo tiempo que realizan la labor de la enseñanza en sus hogares. Podemos sumar a lo anterior la problemática de los pueblos indígenas, los cuales, muchas veces, no cuentan con los recursos necesarios para tener acceso a una educación de calidad.

Es de gran relevancia no desistir en estos tiempos complejos y recordar que nos encontramos en un proceso de cambio donde todos estamos aprendiendo cosas nuevas que conllevan a valorar aún más esta labor, lo que a su vez nos obliga a  cuestionarnos sobre las dificultades por las que pueden pasar las y los alumnos, además de los docentes cada día.

Consideramos fundamental el desarrollo de nuevas técnicas de enseñanza y programas para garantizar la educación de las nuevas generaciones.

La educación no tendría que ser un privilegio. No obstante, lo es. Sin embargo, no debemos permitir que esta situación siga pasando frente a nuestros ojos, ni que esto nos retrase ni arrebate los sueños de miles de niñas, niños, adolescentes y jóvenes que tienen el deseo de continuar sus estudios, quienes son el presente y serán el futuro de nuestro estado.

Ruth Elena León Hernández

Promitente de la 2a. Generación de la Fundación 100XOAXACA

 

Italy Miguel Reyes

Promitente de la 1era. Generación y Coordinadora Académica de la Fundación 100XOAXACA

[1] La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *