Las acciones del Tribunal Electoral han puesto en jaque la elección de julio, nadie lo esperaba. Colocar a Jaime Rodríguez en la boleta, se traduce en una división del voto; segmentar, sigue siendo la apuesta de un gobierno cuyo candidato no despega.
Paranoicos o no, la candidatura de “El Bronco” es una amenaza para los candidatos. De acuerdo con el portal sinembargo.mx, el consolidado de encuestas Bloomberg, ha captado los movimientos en las preferencias electorales a la salida de Jaime Rodríguez de la contienda electoral; los datos presentados muestran que, Ricardo Anaya, fue el candidato más beneficiado con la decisión del INE de no incluir a “El Bronco” en la boleta, por ende, es el afectado ante la resolución del Tribunal, mientras la intención de voto por Andrés Manuel López Obrador se mantuvo inamovible ante los cambios y, José Antonio Meade, sólo incrementó 0.30% a la salida de Rodríguez.
Sin duda, la candidatura de Jaime Rodríguez afecta a todos los candidatos y candidata a la presidencia, aunque no con la misma intensidad. Dispersar el voto entre múltiples opciones, tiene diversos efectos en la construcción de legitimidad, legalidad y en el conteo. Generalmente, partidos como el PRI, PAN y PRD, apuestan por concentrar y movilizar el voto “duro” en las elecciones; sin embargo, en el caso de las elecciones concurrentes, esta apuesta no les garantiza el triunfo ya que, los niveles de participación ciudadana, suelen incrementarse y, sus estructuras, pueden no superar el voto indefinido que se decide, a veces, en la mampara.
De acuerdo con datos del INE, en Oaxaca, la participación ciudadana durante la elección de 2012 fue del 62% mientras que, en 2015, año en que sólo se renovaron los espacios en la Cámara de Diputados Federal, la participación fue de 36.4%. Sirva esto para ejemplificar los niveles de participación que se reportan durante las elecciones y el fenómeno al que los candidatos deberán hacer frente.
Andrés Manuel parece inmutable ante las decisiones arbitrarias del Tribunal; si “El Bronco” está o no en la boleta, los niveles de intención del voto por AMLO no se modifican; así que, a quien debe preocupar la resolución, es a sus contrincantes. Sin embargo, no debemos olvidar que, aún existe un alto porcentaje de “indefinidos”, personas que no han manifestado su intención de voto y que de moverse en dirección contraria a AMLO pueden ponerlo en aprietos; de la misma manera, la inclusión de Jaime Rodríguez puede generar un efecto dominó donde todos los candidatos pierdan votos.
Nada le asegura a Andrés Manuel que su 43.70% pueda mantenerse inamovible ante una segmentación y, peor aún, que el voto indefinido no se mueva a favor de los independientes o, en su defecto, de sus contrincantes. La llegada de Jaime Rodríguez a la boleta tendrá efectos en el ánimo electoral y creo que, en su mayoría, serán negativos; ningún ciudadano o ciudadana (a menos que usted simpatice con Rodríguez), puede creer que la resolución no es un atentado contra el proceso electoral y los principios de imparcialidad, justicia y transparencia que deben regirlo.
La decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) merma la confianza de la ciudadanía en las instituciones y, coloca al INE, en una disyuntiva que desgasta su endeble imagen. Jaime Rodríguez no llega a la boleta en un acto de enmienda y reconocimiento de los valores democráticos; sino como un atentado contra la ciudadanía y la democracia del país. ¡Qué no nos engañen!
La resolución, es un acto político, no legal. El TEPJF nos quiere ver la cara, ¿Lo dejaremos? o, en esta elección, ¿Si reclamaremos lo que nos pertenece, el destino de nuestro país?
@lyzpc
elizabethcastro.mx