El ballet como expresión de amor

Carime Kuri Fierros

Las expresiones del amor son de muchas maneras y Andrea Armas, dueña y maestra por nueve años de la Escuela de Ballet Vaganova, nos habla del amor, a partir de aprender y enseñar el bello arte del Ballet. 

Andrea Armas, tiene la Licenciatura en Educación Dancística con orientación en Danza Contemporánea CDMX, Certificada por el Consejo Académico de Arte y Danza Internacional en Danza Clásica, bajo el Sistema Profesional Técnica Rusa, Querétaro.  

“Siempre he bailado desde el amor, esa conexión mágica que tienes con tu cuerpo, tus sentimientos y emociones al momento de bailar, para después conectar con el público, no puede nacer de otro lado más que del infinito amor; cuando recién inicié, no era consciente de ello; con los años, la vida me ha enseñado a verlo”.

Inició a los quince años aquí en la ciudad de Oaxaca y recuerda muy bien a su primer maestro de Danza, Alejandro Serret, iniciando en una disciplina de Baile Moderno, muy agradecida con él porque a través de su grupo, descubrió la Danza Contemporánea, que es lo que más ama bailar.

“Encontré en mí el amor por la danza, ya grande, pero agradezco mucho que aunque fue años después, tuve las oportunidades para ejercer”. 

Definitivamente, la Danza la ha transformado como ser humano en todos los aspectos, ha sido una gran maestra y la ha llenado de grandes momentos. El camino que inició alejada de sus seres queridos, hoy por hoy, es el que los une y los mantiene juntos.

Andrea realizó un proyecto de tesina cuando regresó en el año 2012, encontrando en los niños, grandes almas bailarinas; a partir de ello, nace su escuela, eligiendo el nombre en honor a Agrippina Vaganova, la primera bailarina en tomar la iniciativa de hacer de la danza, una técnica y una metodología, siendo así, los inicios de la Escuela Rusa.

“Propongo una puerta al mundo de la danza clásica a través de una de las mejores metodologías a nivel mundial, siempre con el compromiso de prepararnos para que cada clase, esté diseñada en pro de ofrecerles no sólo la técnica rusa, sino una vía para transformar el interior”, es lo que Alejandra ofrece en su escuela, “Me gusta mucho crear un espacio, un momento sin tiempo en el que, a través del movimiento, sin tanto pensar, se crea una emoción, una sensación genuina, sea cual sea, creo que eso es lo maravilloso del arte, que nos permite sentir y es maravilloso como el espectador, a través de la mirada, únicamente puede sentir  lo que tú sientes cuando bailas” y concluye diciéndonos: “siempre he pensado que el arte es el camino para transformarnos como seres humanos, me llena el corazón, el alma, ver cómo las alumnas se van transformando conforme avanzan en su formación; que se den la oportunidad de conocer este bello arte, que segura estoy, les cambiará la vida de forma positiva y desde el amor”.

Ubicada: Calle Belisario Domínguez esquina Amapolas 503, justo arriba de los Laboratorios San Francisco.

vaganovaedb@hotmail.com

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