Por: Karla Karina Heredia Miguel
¡Qué año el 2020!, avalancha de repaso de lecciones, nuevos aprendizajes de fortalezas y de análisis a las conductas humanas, realmente un año de evolución manifiesta. Hoy, somos más mexicanos que nunca y, al mismo tiempo, ciudadanos del mundo; esta vuelta al sol recordó a la sociedad que necesitamos mejores ciudadanos, que todos podemos mejorar y que el único camino para ello, es conducirnos con verdad, necesitamos cuidarnos para cuidar a los demás, somos más conscientes de la importancia de nuestro bienestar, necesitamos gente que verdaderamente sienta las cosas que dice y que comparta que no hay recurso más fuerte que la honestidad.
Queremos ciudadanos más agradecidos con el prójimo; no dejemos de aprender, los recuerdos son fragmentos de momentos en nuestras vidas que nos dejan lecciones buenas y malas, memorias que dan estructura al ser y actuar de la persona, ergo, no pensemos que la gente va a pensar igual que nosotros y detengámonos a pensar dos o tres veces antes de juzgar, procuremos evitar sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan.
Iniciemos este año y sin perder tiempo, eliminemos viejos modos de pensar que puedan detener el progreso de lo nuevo, avancemos en la ruta mientras observamos hacia adelante para saber a dónde vamos; atrás para no olvidar de dónde venimos; abajo para no pisar a nadie, a los costados para honrar el apoyo y arriba, para recordar que nunca estamos solos. Al final de cuentas la meta es ser mejor que ayer, no mejor que nadie.
El ciudadano 2021 es el que valora más sus momentos de felicidad, tranquilidad y seguridad, placeres que brinda la alegría auténtica, aquella que no puede basarse en errores, ni en medias verdades, ni en mentiras, sino en el conocimiento y aceptación de las cosas como son, empezando por la verdad de uno mismo.
Uno no puede ser feliz sin ir acompañado de la verdad; cambiemos ese lugar en donde hay poca justicia y es un peligro tener razón. Aprendamos con esta nueva sociedad 2021, caminemos con eticidad y con observancia de los valores guía que establece la deontología. Seamos sensibles con las necesidades que presenta la sociedad actual.
Ciudadano 2021, debemos cuidar nuestro actuar sin establecer distingos entre actos atinentes o no atinentes a la profesión. La moral es indivisible y la del nuevo ciudadano debe tener una sensibilidad extrema. Debemos cumplir, hasta si queremos con abnegación, nuestros deberes morales sin declinación ni subterfugios, promovamos la conciliación, el apoyo y la solidaridad, vivamos con la conciencia tranquila, libres de todo temor.
Demos gracias y actuemos correctamente para que el día de mañana, cuando seamos recuerdos de alguien más, todas esas lecciones y experiencias hayan valido la pena.
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