Por: Uriel de Jesús Santiago Velasco
Con “Ay, Wiliam” (Alfaguara/2022), el sello Penguin Random House inicia la publicación en español de la obra de la escritora norteamericana Elizabeth Strout, ganadora del Premio Pulitzer y del Premio Llibreter; en conferencia de prensa, ella aseguraba que “Para una novelista, la familia siempre es un lugar enorme desde dónde explicarse”.
En sus libros ha logrado construir universos cotidianos, personajes de carne y hueso tan iguales y únicos como los seres humanos. Lucy Barton es la entrañable protagonista de una serie de libros que comenzó en 2016 con “Me llamo Lucy Barton”, continuó en 2017 con “Todo es posible” y ahora vuelve con “Ay, Wiliam», historia con destellos biográficos que narra la vida de una mujer a la que su suegra la presentaba como: “Esta es Lucy, viene de la nada” y que sin pretenderlo logró convertirse en una prestigiosa escritora; cabe aclarar que esto no es una historia de superación, es simplemente, las circunstancias de la protagonista, pues los libros exploran su parte familiar, su relación con sus hijas, su lúgubre infancia y su trato con la nueva familia de su exmarido William.
A lo largo de la saga, el lector va conociendo las diferentes etapas de la vida de Lucy Barton; en esta tercera entrega, ella ya es una mujer madura al igual que su exmarido, se ha vuelto a casar y después de un próspero segundo matrimonio, ha quedado viuda, sus hijas ya son adultas y están en el proceso de convertirla en abuela. William, cuya vida parecía ser la ideal para una buena vejez, de repente se ve desmoronado cuando su tercera esposa lo abandona con todo e hija, él, un hombre que no sabe estar solo, queda a merced de sí mismo y empieza a tener pesadillas que le impiden dormir. Como regalo de cumpleaños, en su séptima década, recibe una suscripción para una página de genealogías, ahí, descubre que tiene una hermana a la que su madre abandonó antes de que él naciera y se desencadena toda la hecatombe.
Lucy, que siempre ha tenido una relación amistosa con William, se convierte en su consuelo y lo acompaña a hurgar en ese pasado desconocido, que los llena de dudas y misterio. Sobre su libro, Elizabeth Strout asegura que como escritora le interesan las familias con problemas porque “a la gente le gusta leer sobre complejidades”, también afirma que ahora que la madurez ha llegado a su vida, no cambiaría esta fase por ninguna otra pues “con la experiencia vital, la vida se te hace mucho más corta”.
Personalmente les digo que hacía mucho tiempo que un libro no me atrapaba así de principio a fin, lo leí en un día, no pude soltarlo. No se necesita leer los anteriores para entenderle a este, que narra lo común de una forma extraordinaria.
