Por: Estefanía Silva
El atole es una bebida caliente de origen prehispánico, espesada originalmente con masa de maíz. Esta bebida forma parte de las mañanas de muchísimos mexicanos, quienes encuentran el sustento suficiente para arrancar el día con esta tradicional bebida. El atole más popular está espesado con masa de maíz o harina de maíz, pero también lo podemos saborear de trigo, avena, arroz o amaranto; cualquier grano, semilla o ingrediente que logre darle el peculiar espesor, puede ser parte del atole.
Por eso, hoy en día es común encontrar, por ejemplo, atole de galletas en los puestos que se instalan desde antes que aparezcan los primeros rayos de sol, pues las galletas se ocupan para espesar, endulzar y dar sabor.
El atole blanco es la base de muchos de los atoles como el de panela, champurrado y de leche, y necesita realmente muy pocos ingredientes, prácticamente agua y masa de maíz, este atole no se endulza al momento de prepararlo, por lo que su sabor dependerá mucho del maíz que se utilice, en muchos pueblos se usa el llamado “maíz nuevo”, para asegurar la calidad de esta preciada bebida. Si quieres preparar atole de un sabor en especial, puedes ir al mercado más cercano en la ciudad de Oaxaca y comprar atole blanco para darle el sabor que se te antoje y endulzarlo a tu gusto.
Otra creencia entorno al atole es que dependiendo quién lo elabore puede o no puede espesar, por eso en muchas casas es preparado, revuelto y servido por una sola persona, estas son algunas de las tradiciones que conservan nuestras madres y abuelas con muchos platillos y bebidas típicas de nuestro estado que ya forman parte de nuestra cultura.
La importancia del atole es tal, que en muchos lugares se prepara para ocasiones especiales. Resalta el día de la Candelaria, donde la tradición dicta comer tamales y tomar atole. Por ejemplo, el atole de bellota en Baja California está reservado para ceremonias importantes en sus comunidades. Y así, en muchos lugares se toma después de bautizos, bodas o acontecimientos importantes. También son propios de las fiestas religiosas, como en la “Semana Santa”.
En Oaxaca el atole es parte fundamental de otras bebidas importantísimas como la espuma de Zaachila, que lleva como base atole blanco y que podemos encontrar solamente los jueves de plaza o en las festividades importantes. Así también, el delicioso chocolate atole, bebida festiva de los Valles Centrales de Oaxaca, ofrecida por los mayordomos a sus invitados. Si lo quieres probar, visita los puestos de empanadas que se encuentran en las ferias que se instalan afuera de distintas iglesias.
Para probar los atoles más populares visita los mercados de la ciudad a primera hora de la mañana, ya que el chapurrado y el atole de panela vuelan, y si lo quieres encontrar por la noche, visita el puesto de tamales Mina en la calle Hidalgo del centro de la ciudad, donde podrás encontrar atole de leche y champurrado.
