Por: Dra. Verónica Aguilar
El tamaño y la forma de la nariz son elementos fundamentales de la armonía facial, siendo en ocasiones condicionante de complejos. La corrección de la nariz se conoce técnicamente como rinoplastia. Al ser cada nariz y resto de condiciones faciales diferentes, existen también varios tipos de procedimientos los cuales comentaremos a continuación:
- RINOPLASTIA ABIERTA: Se realiza una incisión (herida) en la parte de la unión de las dos fosas nasales (columnela), la cual generalmente se disimula muy bien. Con este abordaje se facilita la visualización completa y manejo preciso de la punta nasal.
- RINOPLASTIA CERRADA: Se utiliza generalmente cuando se requiere trabajo de la punta nasal.
- RINOPLASTIA FUNCIONAL: Se realiza en pacientes que por variantes anatómicas congénitas, traumáticas, quirúrgicas o de crecimiento, presentan algún tipo de obstrucción al flujo de aire por una o ambas fosas nasales, lo que condiciona dificultad para respirar por la nariz, son cirugías que en general son más traumáticas y pueden presentar mayor sangrado, edema y equimosis (moretes), que en la rinoplastia estética.
- RINOPLASTIA ESTÉTICA: En este tipo de procedimiento es fundamental tener una excelente comunicación con el paciente y, como cirujano plástico, saber escuchar y entender las situaciones que le desagradan, conocer sus expectativas, así como saber explicar la factibilidad de alcanzar las expectativas del paciente según las características estructurales de la nariz, principalmente de la piel, ya que el grosor en ocasiones es la principal limitante para estilizar y adelgazar la nariz.
- RINOPLASTIA DE REDUCCIÓN: Se realiza en general cuando existen gibas grandes que requieren resección del dorso y estrechamiento del puente.
- NARIZ CORTA O HUNDIDA: En general requiere un aumento de todo el dorso, es un procedimiento complejo que requiere retirar un segmento costal para recrear la zona perdida o disminuida.
De la misma manera, la rinoplastia puede clasificarse en primaria, cuando no se ha realizado ninguna corrección previamente; o secundaria, cuando ya existe rinoplastia previa. Todo lo anterior más las condiciones inherentes a la salud del paciente, interfiere en la complejidad de la cirugía, los riesgos y, por lo tanto, el presupuesto.
Recuerda acudir siempre con un profesional.
