Reyna Santillán, 4×4 Acciones por la integridad

Reyna Santillán es una mujer interesada en dejar un mejor país para las generaciones que nos sucedan, una mujer con la misión de ser punta de lanza en el área donde le toca estar, trabajadora y sobre todo, con la visión de que las mujeres indígenas puedan ser las líderes de sus comunidades, de su estado, del país y del mundo.

Socialmente: ¿Podrías contarnos un poco sobre tus antecedentes y tus inicios en la vida profesional?

Reyna Santillán: salí a los doce años de mi comunidad San Francisco Yateé, Villa Alta, sin saber hablar español, solamente hablaba mi lengua materna, el zapoteco Dixaa Roon y mi destino fue la Ciudad de México para estudiar la secundaria, la escuela media superior y superior, posteriormente regresé a Oaxacapor temas de discriminación y exclusión, pero con muchas oportunidades de trabajo. 

S: Sabemos que eres una mujer zapoteca, ¿Cómo influyó tu herencia cultural en tu camino profesional y en tu compromiso con la integridad?

RS: como mujer indígena de la sierra norte de Oaxaca, hablante del zapoteco en su variante serrano del sureste, influyó mucho en mi vida personal y profesional el servir, recuerdo que mi madre me decía: “si tu eres acomedida, honrada, respetuosa, vas a caber en cualquier lado”; también, durante mi estancia en la Ciudad de México, de dos a tres veces al año visitaba mi comunidad y hoy, cuando tengo la oportunidad de aportar con trabajos comunitarios, participación en las mayordomías, fiestas del pueblo, comités y hasta en la rendición de cuentas, me incluyen; es más, soy comunera, tengo derechos y obligaciones en mi comunidad  y me siento muy apreciada por mis paisanas y paisanos, somos una familia; así, cuando tengo compromisos de aportación, siempre he apoyado con mi participación personal y con aportaciones en dinero y especie, así como con la banda del pueblo. Yateé es un pueblo muy unido y de ahí aprendí el respeto a las personas de todas las edades, el respeto a la biodiversidad y a los rituales; ¡son tantas cosas!, agradezco al creador porque me dio la oportunidad de ser de un pueblo.

S: Has tenido una gran carrera como contadora pública y abogada. ¿Cómo decidiste combinar estas dos disciplinas en tu trayectoria?

RS: en mi trayectoria se pueden observar dos etapas, una profesional destinada a ejercer mi carrera de contador público, en la cual por mi amplia experiencia en contabilidad y auditoría gubernamental tuve oportunidad de trabajar con la iniciativa privada, con el sector gobierno, con comunidades, con organismos internacionales y nacionales, así como con organizaciones de la sociedad civil; y una segunda etapa, a partir de 2018, donde me enfoco en fortalecer mis conocimientos jurídicos para emprender la defensa de mis derechos humanos en mi doble condición de mujer e indígena donde, desafortunadamente, he tenido que acudir a tribunales para defenderme de la violencia política por razón de género y promoviendo amparos para defenderme lo que tanto me ha costado ganar.

S: ¿Qué te inspiró a especializarte en la fiscalización y cómo has aplicado esa experiencia en tu trabajo en defensa de la transparencia y rendición de cuentas?

S: el aprendizaje no se termina y me volví un reto para mí misma; la auditoría te da una amplia visión para aplicar las leyes que rigen el ámbito contable, la fiscalización, la transparencia y rendición de cuentas, hace que tengas mucha hambre de aprender el porqué de las cosas y llevarlo a la práctica, aspirar a ser la mejor profesionista, mejor maestra y mejor ciudadana; se convierte también en un modo de vida cuando intentas  aplicar las buenas prácticas en cualquier entorno de tu vida y, como consecuencia, me dio la oportunidad de ganarme la confianza de muchas personas y tener un crecimiento inimaginable; si pudiera volver a nacer, volvería a hacer lo mismo, me siento muy satisfecha con mi trabajo, es algo así como la felicidad o la pasión con la que haces el trabajo, porque todo esto me sirvió de base para entrar al ámbito del derecho y desarrollar el activismo desde mi espacio como mujer indígena y como habitante del planeta tierra.

S: ¿Puedes compartir un poco más sobre tu familia y cómo han apoyado tu carrera y tu compromiso cívico?

RS: tengo una familia muy hermosa, mi esposo es complemento de mi desarrollo profesional, reconozco su apoyo en el trabajo, con sus consejos ha sido mi acompañante en el reto de aspirar a ser una gran profesional de la Contaduría Pública y del Derecho, él también es Contador y Abogado por lo que nos complementamos muy bien y tengo unos hijos maravillosos, por cierto, son campeones de ajedrez nacional e internacional, ven mi lucha y ellos la copian para ser mejores estudiantes, mejores hijos y mejores en lo que les apasiona, agradezco y valoro su paciencia, son los mejores.

S: Hablemos de tu papel como Presidenta del Comité de Participación Ciudadana, ¿Cuál es la misión y los objetivos principales de este Comité?

RS: muy honrada por estar al frente del Comité de Participación Ciudadana, estoy muy comprometida con mi encargo, mi objetivo principal es que se conozcan las funciones preventivas del Comité ya que sale más barato prevenir que combatir la corrupción, el reto es enamorar a la ciudadanía para que participe, animar a las y los jóvenes para que sean mejores ciudadanos, tenemos una casa que se llama planeta y es nuestra responsabilidad comprometernos a cuidarla para evitar cualquier desastre natural; nuestra función es que el servicio público administre con responsabilidad las contribuciones de las y los mexicanos, con obras honestas para que los desastres naturales eviten darnos lecciones de vida. 

El tema de la corrupción va más allá de un tema para generar nuevos ricos, el ejemplo más cruel es la pérdida de vidas humanas, pérdida de la biodiversidad, como lo establece la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, esto  es un cáncer que lacera a la ciudadanía; por ello, la corresponsabilidad es fundamental, y gracias a los indicadores, hoy en día nos damos cuenta de las consecuencias, ese ha sido mi compromiso durante mi año de presidencia, el promover la integridad para hacer conciencia; si nos llevó tantos años destapar la corrupción, también nos va a llevar muchos años aprender a ser aliados de la integridad.

S: ¿Cuáles son algunas de las acciones y proyectos más destacados que has liderado como presidenta del Comité de Participación Ciudadana?

RS: mi prioridad ha sido incentivar la participación ciudadana a través de acciones de integridad, son cuatro básicamente y desde luego se pueden ir sumando otras más:

1. Día por la integridad, que se celebra el nueve de cada mes y en donde recordamos que seguimos siendo seres humanos y que tenemos muchas cosas buenas qué contar y rescatar, para generar un contrapeso entre la descomposición social y quienes creemos que sí podemos aspirar a la integridad.

2. En la segunda acción estamos promoviendo cuatro convocatorias para incentivar a las y los jóvenes a expresar, desde el arte, su esencia de seres humanos, dar buen uso de las redes sociales para la construcción de la ciudadanía, estas convocatorias son cortometrajes por la integridad, TikTok por la integridad, arte urbano por la integridad y rap por la integridad, en estos lenguajes que ellas y ellos manejan muy bien, tenemos mucho qué aprender de ellos.

3. La tercera acción para mí es especial, es parte de mi apoyo a las personas de comunidades originarias para que se animen a expresar cómo es su modo de vida, quizá desconocen que todo lo que hacen se llama “buenas prácticas” o “gobierno abierto”; por ello, queremos que nos comenten a través de un video corto, cómo son sus asambleas comunitarias, cómo rinden cuentas frente a la asamblea y en qué consiste la ayuda mutua; con el tiempo, las y los legisladores pueden conocer más su sistema normativo interno y pueden conseguir cambios en las leyes.

4. La cuarta y última acción se llama: “Oaxaca más Íntegro” el cual consiste en dos evaluaciones, una para calificar cómo nos sentimos con el servicio público cuando lo solicitamos, conformada por diez preguntas; y la otra, es una auto evaluación, que consiste en once preguntas; en ambos casos, son preguntas muy sencillas que pueden contestar, desde la ama de casa, hasta la o el más experto; por ejemplo, ¿alguna vez te has quedado con el cambio cuando te dan de más?, ¿si te encuentras algo que no es tuyo, te has esforzado en buscar al dueño? o ¿alguna vez has tirado la basura en la calle?

S: En tu opinión, ¿cuál es el papel de la sociedad civil en la promoción de la integridad y la transparencia en el gobierno?

RS: es fundamental, actualmente tenemos calles llenas de baches, sin coladeras, sin luz, semáforos descompuestos, etc. Sin embargo, es muy desgastante denunciar o hacer peticiones de manera individual, por eso es necesario unirnos para que de manera conjunta se hagan las peticiones y de esa manera las autoridades se den cuenta que hace falta mayor vigilancia, mayor oportunidad para la ciudadanía y no se genere tanta delincuencia; entiendo que hay diferentes problemáticas, tanto sociales como ambientales y económicas, el objetivo principal de la agenda 2030 es no dejar a nadie atrás y hoy en día estamos dejando a mucha gente fuera de las oportunidades; hay hambre, hay inseguridad y es un problema tan grave, que es el primer problema que tenemos antes que la corrupción; sin embargo, todas y todos podemos ser la solución, aliándose sociedad y gobierno, sin que suene a demagogia.

S: ¿Cuáles son algunos de los desafíos más grandes que has enfrentado en tu labor como defensora de la transparencia y rendición de cuentas?

RS: me encanta la pregunta porque es un desafío muy grande; a veces la información es tan opaca que ni uno como Contadora Pública Certificada entiende, por eso la información que suben las instituciones públicas, como por ejemplo el presupuesto  o el ejercicio del gasto, deben realizarse a través de imágenes o tutoriales en un lenguaje ciudadano; es como cuando le das dinero a tu hijo y desconoces en dónde lo gastó, desconoces si compró cosas indispensables o cosas innecesarias, es un derecho cuestionarle cómo lo gastó. 

Debemos tener la cultura de rendición de cuentas, y con estas acciones, generaremos la cultura de la integridad, es un desafío que la ética pública permee a quienes hoy nos gobiernan para que los servidores públicos entreguen información sin que parezca que estamos en un ring, de un lado la ciudadanía, llámese periodistas, académicos o investigadores, y por otro lado, la resistencia de subir dicha información o entregarla como la pide la ciudadanía.

S: ¿Qué consejos le darías a las personas que desean involucrarse activamente en la mejora de la gobernanza y la lucha contra la corrupción en sus comunidades? 

RS: el principal consejo es la corresponsabilidad a través de la participación ciudadana; participar activamente en las asambleas de la colonia, calle, comunidad, agencia, en cualquier núcleo de población para ser ciudadanía; hasta nosotros mismos podemos resolver nuestros problemas junto con el gobierno sin gastar mucho dinero. Muchas comunidades con el sistema normativo indígena no reciben retribución por el servicio que prestan, se cumple por escalafón, y los diversos cargos y responsabilidades, les da la experiencia. Mientras en la comunidad no se adopten malas prácticas, su modo de vida estará en un entorno de orden y democracia, ese es el bien mayor, lograr el objetivo del bien común para la comunidad. 

S: Para concluir, ¿cuáles son tus metas y proyectos futuros en tu camino hacia la promoción de la integridad y la participación ciudadana?

RS: me apasiona el tema, y me queda claro que la integridad y la participación ciudadana, no son un tema a corto plazo, son temas de cuatro o cinco generaciones, y si no empezamos desde ahorita, lo más seguro es que seamos los próximos migrantes por el cambio climático, así como por la problemática social, ambiental y económica que tenemos varios países, tanto los desarrollados como los subdesarrollados, por lo que tenemos que ser incluyentes con la pluriculturalidad, valorar a quienes cuidan la biodiversidad, darles oportunidades para que la sigan cuidando y no migren de sus comunidades, erradicar la violencia, la discriminación, el racismo, manejar un lenguaje de unión, de libertad de expresión, luchar por esa paz que queremos, porque la inseguridad y corrupción, nos dificulta conseguir la paz a la que aspiramos como seres humanos y, desafortunadamente, las y los más vulnerables resultan más afectados. 

La integridad no tiene precio a comparación de la honestidad; la primera es el bien que hacemos sin que nadie nos vea, es la congruencia entre lo que pensamos, decimos y hacemos, es lo que somos al interior, si aspiramos al principio de integridad nos hará más fuertes en momentos de crisis y además, producirá la felicidad y el bien común. Sé un aliado y di ¡Sí a la integridad! ¡Si yo cambio, todo cambia! 

Finalizo con una frase que me ha acompañado por mucho tiempo: “Si como dice Ortega y Gasset, los tigres no pueden destigrarse, los humanos tampoco deberíamos perder nuestra integridad, porque si lo hacemos nos deshumanizamos”.

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