¿Por qué nos enamoramos de hombres violentos? (1ra.Parte)

Por: Psicoterapeuta Rosa María Ortiz Prado

La palabra violencia proviene del latín violentia y refiere a la cualidad de violento de algo o alguien, la acción o efecto de violentar o violentarse y la acción violenta contra el natural modo de proceder “real diccionario de la lengua española”.

La violencia es un fenómeno que existe en distintas áreas sociales, psicológicas y de vida del ser humano, fenómeno que no reconoce género, sexo, nivel educativo, edad, nivel socioeconómico, del que somos testigos día a día, ya que se presenta en cientos de tipificaciones distintas; además, es una constante aparición en los medios de comunicación masivos y redes sociales, así como una preocupante social por el aumento que ha sufrido en los últimos años (feminicidios incluidos).

Especialmente la violencia de género y doméstica son alarmantes, ya que ocurre en espacios que deberían hacernos sentir seguros y seguras, como son la familia, el hogar y las relaciones de pareja. En la pandemia se ha observado un alarmante crecimiento de violencia en estos espacios vitales.

¿Qué es aquello que nos hace envolvernos en relaciones de pareja violentas o con parejas violentas?

Primero, hablemos un poco de lo que los estudios de la conducta humana nos dicen: Levande y Koch, sostienen que la violencia dentro de la pareja suele estar relacionada con la interacción de diferentes factores, como son: 

*Actitud ante la violencia (por ej., pensar que golpear es normal).

*Circunstancias socioeconómicas y conducta de los miembros de la diada.

*Sexo e ideas que sostiene sobre sí mismo y sobre su roll de género cada una de las partes de la pareja.

De donde podemos cuestionarnos lo siguiente y mucho más:

¿Cuándo empezamos a adentrarnos en relaciones violentas?

¿Cuándo es que nos cegamos a la destrucción personal que conlleva la relación de pareja violenta?

¿Cuándo fue la primera vez que fuimos violentadas?

¿Cuándo fue la primera vez que después de sufrir un abuso guardamos silencio u ocultamos lo sucedido?

¿Cuándo fue la primera vez que vivimos violencia que no fue amonestada o resuelta?

¿Cuándo nos enseñaron que los celos son una forma de demostrar amor?

La forma en que crecimos, educación, medio social, etc., vivir en este México machista y altamente misógino, que no reconoce nuestros derechos, telenovelas, contactos de pareja que nuestros padres u otras parejas nos moldearon, que nos enseñaron a ver como normal, se traducirá en la manera en que nos relacionamos con el mundo y con la pareja, en cómo elegimos a la persona con la que queremos compartir la vida, será el tipo de vida en pareja que logremos hacer y tener.

Si no estamos conscientes de lo que existe detrás de nuestra elección, la no claridad de nuestros patrones familiares, el peligro de vivir con violencia tendrá ahí sus raíces y podrá convertirse en una forma de vida erróneamente “Normal”, acostumbrándonos a ella sin percatarnos que nuestra vida corre peligro física, emocional y mentalmente.

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