Por Dr. Pedro Aarón Santiago Martínez
Los huesos son una parte del sistema musculoesquelético que sirven para dar sostén y protección a nuestro organismo conformado principalmente por calcio, por lo mismo, deben estar dotados de una fuerza y resistencia suficiente para soportar dicho trabajo. Sin embargo, después de los treinta años de edad, el proceso de descalcificación y fragilidad del hueso se empieza a manifestar de manera progresiva hasta llegar a un estado de osteopenia (disminución del calcio en el hueso previo a la osteoporosis) aumentando progresivamente con la edad hasta llegar a un estado de osteoporosis franca.
Esta es una enfermedad que, por lo general, pasa inadvertida debido a que no manifiesta síntomas, sólo algunas personas presentarán dolor de los huesos afectados; así pues, la osteoporosis llega a descubrirse en el momento en que un hueso se fractura de manera súbita o ante un golpe o caída leve. La menopausia es un factor que influye a que esta circunstancia se acelere, por ello, esta entidad es más frecuente en mujeres que en hombres pero, la falta de ejercicio, la poca ingesta de calcio y las personas fumadoras, también presentan un aumento en el riesgo de osteoporosis temprana.
El diagnóstico se realiza con el apoyo de un estudio llamado “densitometría ósea”, misma que se efectúa en pacientes bien seleccionados y debe ser interpretada por un experto en osteoporosis. Este estudio determina el grado de desmineralización del hueso y el riesgo que tiene de fracturarse; también, evalúa la respuesta al tratamiento en pacientes que presentan esta enfermedad; por ello, un buen diagnóstico es importante para iniciar un tratamiento adecuado.
Los huesos que mayormente se fracturan por la osteoporosis son los que conforman la columna vertebral, la cadera, las muñecas y los hombros. El tratamiento para prevenir o retrasar la aparición de la osteoporosis tiene varios principios, el más importante es el preventivo, este se logra llevando una vida saludable con la práctica habitual de ejercicio y evitando el hábito de fumar.
Otro punto es la ingesta de los requerimientos mínimos de calcio (1 gramo diario) que en nuestros días se complica por diversos factores: intolerancia a la lactosa, aumento de los costos de la leche etc.; la exposición de 10 minutos diarios de manera directa y sin cremas bloqueadoras a los rayos matutinos del sol; por otra parte, una vez diagnosticada la osteoporosis, ésta debe ser manejada por un especialista en la materia ya que los medicamentos que existen en el mercado suelen presentar diversas complicaciones y reacciones adversas.
La recomendación que les comparto en esta edición es la de evitar los factores de riesgo, así como incluir una rutina de ejercicio de manera habitual; en caso de tener sospechas o dudas en relación a la osteoporosis, deberán acudir con un especialista en Traumatología y Ortopedia.