Por Ramón Velásquez Chagoya. Trabajar en la vida con alegría, con ganas, con esfuerzo y claro, con esos malos días de frustración total, de enojos y preocupaciones, son parte de nuestras vidas. Son parte de nuestros momentos de tristeza y felicidad, de ese esfuerzo y realidad.
Las empresas familiares en todo el mundo están enfrentando un problema para su continuidad, ya que han sido las más afectadas por la crisis económica, derivada de la pandemia provocada por el COVID-19. De acuerdo con los datos del IMSS, entre abril y junio de este año se eliminaron 10 351 registros patronales de Pymes, que son aquellas empresas que tienen una plantilla laboral de 6 a 250 personas.
El mundo ha cambiado y quieras o no, tú también; recuerda el dicho popular que hasta el día de hoy sigue estando vigente en todos los momentos del ciclo de la vida: “planear, prevenir y realizar”.
En algunos ejercicios sociales se ha comprobado que de la forma en la que se crea o administra un negocio, también se convive en familia, impactado en el correcto desarrollo de sus integrantes.
Prevenir es tener una idea en la mente y llevarla al papel con ayuda de expertos, donde entendemos qué es tener días buenos y días malos, pero sin lugar a dudas, preferimos prevenir que lamentar, sabemos que nada vale más en la vida que los buenos recuerdos y la unión familiar.
Tener el conocimiento del oficio evitará accidentes laborales, evitemos fracasos, todo esfuerzo tiene su recompensa, nada como escribir libremente el camino de tu propia vida, a vivir con pasión, a respirar y vibrar por lo que nos sucede, a compartir y vivir el presente.
Te esperamos
Mario Girondo