Por: Dra. Rosa María Ortiz Prado
La psicología positiva es una rama de la psicología que se enfoca en el estudio y la promoción de aspectos positivos de la experiencia humana como la felicidad, el bienestar, la gratitud, la resiliencia y el florecimiento personal. A diferencia de otros enfoques de la psicología que se centran más en la enfermedad mental y la psicopatología, la psicología positiva busca entender y fomentar los aspectos positivos de la vida y cómo podemos potenciarlos.
Esta disciplina surgió a finales del siglo XX como respuesta a la necesidad de enfocarse en el lado positivo de la psicología, en lugar de centrarse únicamente en los trastornos y problemas mentales. Martin Seligman, reconocido psicólogo y presidente de la Asociación Americana de Psicología en ese entonces, fue uno de los principales impulsores de la psicología positiva. Él propuso que la psicología debería ir más allá de la curación y la eliminación de los problemas y en su lugar, buscar la promoción y el fortalecimiento de los aspectos positivos de la experiencia humana.
La psicología positiva se basa en la idea de que las personas tienen la capacidad de crecer, de aprender y de desarrollarse en múltiples áreas de su vida. Se centra en la identificación y el cultivo de las fortalezas y virtudes personales, así como en el fomento de emociones positivas, relaciones saludables y una vida con propósito y significado.
Una de las aplicaciones más importantes de la psicología positiva es en la promoción del bienestar y la felicidad. Los estudios han demostrado que las personas que cultivan emociones positivas, como la alegría, la gratitud y la esperanza, tienen una mayor satisfacción con la vida y una mayor resiliencia ante las adversidades. La psicología positiva ofrece herramientas y estrategias para fomentar estas emociones positivas y promover el bienestar psicológico.
Otro campo de aplicación de la psicología positiva es en el ámbito educativo. La psicología positiva ha demostrado ser útil en el diseño de programas de enseñanza que promueven el desarrollo de fortalezas y habilidades socioemocionales en los estudiantes. Estas habilidades incluyen la resiliencia, la empatía, la inteligencia emocional y el pensamiento positivo. Al incorporar la psicología positiva en la educación, se busca no sólo el desarrollo académico sino también el desarrollo integral de los estudiantes, promoviendo su bienestar y su capacidad para enfrentar los desafíos de la vida.
En el ámbito laboral, la psicología positiva también ha encontrado aplicaciones significativas. Se ha demostrado que las personas que experimentan emociones positivas en el trabajo, como la satisfacción, el compromiso y la gratitud, tienen un mejor desempeño laboral y mayor satisfacción en su vida profesional. La psicología positiva ofrece herramientas para promover un ambiente laboral saludable, fomentar el liderazgo positivo y desarrollar el capital psicológico de los empleados, lo que se traduce en mayor productividad y bienestar en el trabajo.
En resumen, la psicología positiva es una disciplina que busca comprender y promover los aspectos positivos de la experiencia humana. Sus aplicaciones se extienden a diversos ámbitos, como la promoción del bienestar, la educación y el trabajo. A través del cultivo de emociones positivas, fortalezas personales y relaciones saludables, la psicología positiva busca contribuir a una vida más plena, satisfactoria y significativa.
¡¡Todos los seres humanos podemos conocernos a nosotros mismos y desarrollar herramientas que nos ayuden a enfrentar los diferentes niveles de estrés a los que estamos expuestos diariamente!!
¡Gracias por leerme!
Psicoterapeuta y Maestra en Neurociencias.
Rosa María Ortiz Prado