La confianza en la vida humana

confianzaLa desconfianza es un sentimiento de duda que nos embarga cuando pensamos que alguien que nos importa no está siendo honesto con nosotros.

Los seres humanos requerimos confiar en aquellos que nos rodean, el sentimiento de confianza o desconfianza es de profundo interés en la psicología del desarrollo.

Desde que somos bebés y en la primera infancia, son nuestros padres los que satisfacen todas nuestras necesidades: alimento, cuidados, afecto y seguridad; ellos nos permiten desarrollar lo que es la seguridad básica, la confianza básica. Es esta confianza, un elemento indispensable para tener una vida sana y funcional, armoniosa. Este vínculo seguro será de vital importancia para nuestra vida adulta.

Sin embargo, cuando en nuestros primeros años, no son satisfechas estas necesidades básicas de seguridad y confianza, generaremos conductas posteriores de desconfianza. Los dobles mensajes, la deshonestidad y la incongruencia (cuando lo que decimos no concuerda con aquello que pensamos, sentimos y actuamos) generan en los niños confusión y su sentido de la realidad, puede verse dañado para siempre.

En los casos más serios como abuso sexual, maltrato físico, violencia intrafamiliar o violencia de género, la capacidad de los niños para juzgar el bien y el mal o para confiar en el mundo, será severamente dañada y por ende, tendrán dificultades para confiar a lo largo de su vida. La desconfianza en los demás también merma la confianza en nosotros mismos; si nos sentimos inadecuados o disfuncionales, difícilmente estableceremos  relaciones profundas con alguien que nos ame; nos sentiremos poco merecedores del amor y demasiado exigentes hacia los otros.

Las personas desconfiadas sufren mucho; están constantemente pendientes del que dirán, sospechando de la lealtad y honestidad de amigos, familiares y pareja, pudiendo desarrollar incluso componentes paranoides. La confianza es la base de las relaciones sociales, la base de una sana y funcional convivencia en el ámbito familiar, social, laboral, afectivo y humano.

Pero ¿Y si nos damos cuenta que desconfiamos sin razón en los demás?, ¿Cómo podemos trabajar en recuperar la confianza en otros?, ¿Cómo recuperamos la confianza en nosotros mismos? aunque se dice tarea fácil, en realidad fortalecer nuestra capacidad de confiar en el otro, puede ser un trabajo personal difícil, sin embargo, traerá frutos que nos harán tener relaciones interpersonales más profundas.

Para confiar en los demás de nuevo es necesario empezar de cero. Reiniciarnos emocional y personalmente.

Es importante hacer un análisis de aquello que nos ha hecho desconfiar de otros, ¿Qué partes de nuestra historia necesitamos sanar para poder confiar?, ¿Qué o a quién necesitamos dejar ir para poder confiar de nuevo?

El trabajo personal es de suma importancia para la confianza, reparar nuestra propia autoestima, reconocer que a veces hemos roto la confianza de alguien más y entonces trabajar para vivir en congruencia.

Empecemos a observar nuestros “errores” como herramientas de aprendizaje, separando aquello que podemos controlar (nuestra actitud, nuestras respuestas) de aquello que sólo le pertenece a los demás.

Un mundo donde prevalezca la confianza, como un pilar de la estructura moral-social, podría ser diferente y más propicio para que los seres humanos convivamos en una sociedad menos violenta y más acorde a la urgente demanda de estabilidad psicoemocional actual.

Es como siempre, un placer poder compartir este espacio con ustedes.

¡Gracias!

Por Dra. Rosa Ma. Ortíz Prado

“El que sospecha, invita a traicionarlo” Voltaire

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