Esguince cervical

El esguince cervical es una lesión del cuello debido a un estiramiento de los ligamentos que se encargan de unir la columna cervical; este estiramiento puede ser leve o, tan intenso, que es capaz de llegar a romper las fibras de los ligamentos y afectar las diferentes estructuras que componen la columna cervical.

Son diferentes los mecanismos para la producción de un esguince cervical; sin embargo, la causa más frecuente se da como consecuencia de un movimiento brusco de flexo extensión del cuello (latigazo) y, comúnmente, se  asocia a colisiones en la parte trasera del automóvil (por alcance ) en  accidentes de tránsito; esto trae como resultado, un estiramiento de los tejidos que unen las vértebras cervicales y, al mismo tiempo, una respuesta de los músculos del cuello (contractura muscular), que manifestará dolor de cuello, mismo que puede ser inmediato o tardar horas o días en aparecer.

Si el estiramiento es exagerado, puede llegar a romper las fibras de los ligamentos y músculos y, como consecuencia, lesionar las uniones de las vértebras cervicales, ocasionar hernias discales, irritaciones de las raíces nerviosas y, en casos severos, producir sangrados o hematomas alrededor de la médula espinal; consecuentemente, se pueden manifestar una diversidad de síntomas, entre los que destacan, básicamente, el dolor profundo de cuello, hombros, brazos, codos y manos;  también, pueden aparecer alteraciones en la sensibilidad como hormigueos, áreas de adormecimiento, pérdida de la fuerza muscular de los brazos, cefalea o visión borrosa.

La presencia de estos síntomas, deberá ser de consideración para que el paciente acuda a una inmediata valoración médica especializada. Los rayos X, son la base del diagnóstico por imagen, sin embargo, en esguinces moderados o severos, será imprescindible una resonancia magnética nuclear. El tratamiento para los esguinces cervicales, dependerá del grado de lesión y del momento del diagnóstico; básicamente, se recomienda el collarín, calor local, analgésicos antinflamatorios, rehabilitación temprana (estiramiento y fortalecimiento) y la higiene de columna (cuidados y corrección de posturas) y, en casos severos, la utilización de esteroides, antineuríticos e incluso, la cirugía.

Recomendaciones: hacer uso del cinturón de seguridad, evitar el uso del celular al conducir, realizar ejercicios de estiramiento y hacer ejercicios para fortalecer el cuello.

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