El Yoga y las emociones

Rosa Ma. Ortíz Prado

 

Hace poco hablamos de la meditación y del por qué es una herramienta tan importante para el crecimiento personal; hoy quisiera platicar con ustedes sobre otra práctica que, además de haberse vuelto popular como un tipo de “ejercicio” físico, también nos ayuda a trabajar con las emociones: Yoga.

Entonces, ¿Qué es yoga? Algunas de las definiciones de yoga son: por el término sánscrito, se define como “unión” o “esfuerzo”; de acuerdo a los Yoga Sutras de Patañjali “yoga es el cese de las fluctuaciones de la mente”; de acuerdo al Hinduismo, el yoga es una ciencia, arte y filosofía de vida que integra entre sí los tres planos de la existencia del ser humano: mente, cuerpo y espíritu y al individuo con el Universo, lo Supremo, Dios o el Todo, mediante el Shamadhi (estado de felicidad, armonía y plenitud).

Tiene beneficios físicos y emocionales que los practicantes pueden observar derivado de la constancia en la práctica. Me gustaría explicarte primero que el yoga, además de ser la práctica de asanas (posturas), se compone de otros elementos también: la relajación (savasana), meditación (dhyana), respiración (pranayama), kriyas (limpiezas) y en algunos estilos, encontramos mudras (sellos energéticos), kirtan (cantos), mantras o rituales.

Además de ser un ejercicio, es una práctica que busca el bienestar, la paz interior e implica un estilo de vida que compromete a la observación de pautas éticas, principios de vida y una alimentación adecuada; probablemente, tengamos nuestros primeros acercamientos con la meditación y la relajación y podremos empezar a experimentar los siguientes beneficios:

  • Reducción de estrés: Un estudio de Thirthalli y Naveen (2013) demuestra que el tratamiento con yoga reduce los niveles de cortisol, una hormona que se libera en respuesta al estrés. El cortisol es necesario para el cuerpo, ya que regula y moviliza la energía en situaciones estresantes, pero si tenemos demasiado o aumenta, en situaciones que no lo necesitamos, produce muchos efectos secundarios.
  • Mejora el sueño: La serotonina (5-HT) es un neurotransmisor que deriva de un aminoácido llamado triptófano; envía mensajes dentro del cerebro y, a través del sistema nervioso, participa en muchos procesos como el regular el humor o el apetito. Además, una de sus labores principales es aumentar la producción de melatonina, una hormona que regula los ciclos del sueño; asimismo, interviene en el control del estrés y la temperatura corporal. “La práctica del yoga aumenta los niveles de serotonina por lo que ayuda a dormir mejor” explica el Dr. Murali Doraiswam, autor de un estudio de la Universidad de Duke en el que se incluyó la revisión de más de 100 trabajos de investigación sobre el yoga.
  • Mejora el humor: Una investigación de Cabral, Meyer y Ames (2011) encontró que la práctica regular de yoga produce mejoras significativas en pacientes con depresión y ansiedad, de manera similar al ejercicio físico, debido al aumento de serotonina. Otro neurotransmisor que parece influir en este aspecto es el GABA. Un estudio reciente de la Universidad de Boston y la Universidad de Utah ha demostrado que también se produce un incremento de este neurotransmisor en los practicantes de yoga.
  • Mejora la concentración: Los practicantes de yoga mejoran la concentración, coordinación, tiempo de reacción, memoria y el aprendizaje; muestran una mayor habilidad para resolver problemas según un estudio de Neha Gothe, profesora de la Universidad Estatal Wayne en Detroit. Según su investigación, publicada en The Journal of Physical Activity and Health, 20 minutos de yoga al día son más beneficiosos a nivel cognitivo que una sesión de actividad física intensa.

Existen además beneficios físicos como la mejora de la capacidad de respiración y la tonificación muscular; en algunos casos, pérdida de peso, etc. Sin embargo, quisiera concentrarme hoy en los beneficios emocionales y psicológicos.

El yoga nos ayuda a ponernos en contacto con nosotros mismos, a darnos tiempo de estar en el aquí y en el ahora y, con la práctica y la disciplina, lleva esos beneficios afuera del mat, que es donde realmente empieza la enseñanza del yoga, en la vida diaria.

Me dio mucho gusto compartir con ustedes esta información como siempre.

 

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