Siempre les digo a mis pacientes cuando están embarazadas: ¡Duerme mami! ¡Duerme papi! Los que somos papás sabemos que nunca volveremos a dormir igual. Aquí te anexo algunos datos interesantes sobre el sueño de tus hijos.
Recién nacido: los recién nacidos llegan a dormir entre 16 y 17 horas al día o incluso más. Pasan periodos cortos de tiempo despiertos y es cuando aprovechan para comer. Nuestra recomendación es que cuando ellos duerman tú también duermas; eso permitirá que estés más activa cuando el bebé lo requiera.
Entre las seis y ocho semanas de edad, el bebé empezará a tener hábitos de sueños diferentes y es probable que ya no se levante por la noche; sin embargo, cada bebé es diferente y hay que darles su tiempo para lograrlo.
Es importante que conforme vaya creciendo le enseñes la diferencia entre el día y la noche, Por las mañanas y tardes pueden hacer algunas actividades y mantener la casa iluminada para que él esté activo y gaste energía. Por las noches, disminuye la intensidad de la luz y de los estímulos para que su organismo se vaya relajando e identificando que es hora de dormir.
El leerles un cuento por la noche antes de dormir les permite poco a poco ir identificando ese momento, deben ser cuentos muy cortos y con dibujos a observar, así como bañarlo y darle de comer, esto debes de convertirlo en una rutina para, poco a poco, ir teniendo mejores resultados.
Si se despierta justo después de que lo acostaste, trata de calmarlo con caricias y cantos, sin prender la luz. Y una última recomendación, la forma más segura de dormir a nuestros bebés, es boca arriba, sin almohadas, colchas gruesas ni juguetes.