¿En qué consiste la artroscopia?
La artroscopia permite llevar a cabo la reparación o el diagnóstico de una lesión producida en una articulación.
¿Qué es un artroscopio?
Consiste en una cámara de pequeño tamaño conectada a un monitor por fibra óptica, de modo que el cirujano puede ver el interior de la articulación sin necesidad de realizar una incisión de gran tamaño.
A pesar de que puede creerse una técnica con poco tiempo, el artroscopio se conoce desde 1932; cuando un médico japonés desarrolló un instrumento para poder ver las articulaciones desde dentro, inspirándose en uno utilizado para visualizar la vesícula. A pesar de ello, la popularización de esta técnica no se expandió hasta los años 90, donde los avances tecnológicos, en cámaras cada vez más pequeñas y la fibra óptica, permitieron facilitar y perfeccionar este método.
¿Qué es una cirugía artroscópica?
Existen diversas técnicas a la hora de realizar las operaciones quirúrgicas que son, relativamente modernas. Entre ellas, encontramos las llamadas “técnicas de mínima invasión”, que son las que permiten realizar operaciones complejas y que suelen realizarse mediante cirugía abierta a través de métodos que producen menos daños en los tejidos, favoreciendo la recuperación del paciente.
La artroscopia, permite observar la articulación por dentro y realizar pequeñas cirugías o extirpaciones; suele ser realizada bajo anestesia regional o general y puede ser con fines terapéuticos, corregir alguna afección o, de forma diagnóstica, para conocer posibles daños. La operación por artroscopia consiste en la realización de dos o tres incisiones alrededor de la articulación dañada; suele ser la rodilla o el hombro, de entre 2 y 4 cm aproximadamente. Por una de estas incisiones, el médico introduce una solución salina que le permite observar la cavidad articular de forma más clara, así como eliminar líquidos turbios que pudiera haber en ella.
A través de otra de las incisiones, el médico introducirá el artroscopio, consistente en un tubo estrecho con una cámara y una luz en el extremo distal, conectada mediante fibra óptica a un monitor, el cual permitirá al cirujano observar el interior y poder realizar la operación. El resto de incisiones son utilizadas para introducir los instrumentos quirúrgicos necesarios para el procedimiento. Una vez que ha concluido, se extraen tanto los instrumentos como la solución salina del interior de la articulación, se suturan las incisiones y se procede a colocar un vendaje en la zona.
En la actualidad, la cirugía artroscópica se ha nutrido de las mejoras en materia de imagen, del auge de las cámaras en alta definición y de la posibilidad de reducir su tamaño conservando una alta calidad de imagen, para perfeccionar la técnica y optimizar la eficacia y la precisión de la intervención.
¿Cuánto tiempo dura la operación de artroscopia?
Suele durar entre 30 y 60 minutos, pudiendo el paciente volver a casa el mismo día o tras pasar una noche en el hospital. La rehabilitación después de este procedimiento depende de la dolencia que haya sido tratada, pero siempre es menor que en las cirugías abiertas, ya que, como mencionábamos al inicio, se trata de una cirugía mínimamente invasiva que apenas produce daños en los tejidos. Además, los riesgos de esta operación son los mismos que pueden acontecer en cualquier cirugía, siendo los riesgos específicos de este procedimiento, menores que los de una cirugía abierta.
¿Qué es una artroscopia de hombro?
Es un procedimiento en el que, a través de unas pequeñas incisiones en la piel, se introduce una pequeña cámara e instrumental especial en la articulación del hombro. Esto permite ver el hombro por dentro, haciendo un diagnóstico más preciso de los problemas que ocurran en esa articulación. Además, se puede aplicar directamente un tratamiento quirúrgico puesto que la mayor parte de las estructuras del hombro son accesibles por vía artroscópica.
La artroscopia de hombro nos permite acceder a los dos compartimentos que forman la articulación del hombro: la articulación glenohumeral y la articulación subacromial. Al ser poco agresiva, el postoperatorio resulta menos doloroso para el paciente y nos permite un traslado domiciliario precoz. Se hace, habitualmente, bajo anestesia general, pero también; puede hacerse con anestesia regional y sedación.
¿Qué es una artroscopia de rodilla?
Se lleva a cabo mediante instrumentos endoscópicos y es uno de los procedimientos ortopédicos más frecuentes hoy en día. El paciente es sometido a anestesia general o, a veces, se le seda y anestesia mediante anestesia regional o anestesia espinal; después, se realizan varias perforaciones pequeñas en la articulación de rodilla.
El artroscopio y otros instrumentos se introducen en la articulación de rodilla. El cirujano puede ver los ligamentos, el disco de rodilla (menisco), el hueso de la rodilla (rótula), el revestimiento de la articulación (sinovial) y, el resto de la articulación. Se pueden reparar o extraer los tejidos dañados.
La visión con el artroscopio, permite la reparación de tejidos o tendones mientras se manipulan desde el exterior, sin visión directa; este procedimiento, se realiza en régimen ambulatorio, dándose de alta al paciente en el mismo día, no requiriendo hospitalización de noche.
¿Qué es la artroscopia de tobillo?
La artroscopia de tobillo se realiza mediante dos pequeñas incisiones: una para introducir una cámara conectada a un monitor y una segunda, portal de trabajo, por el cual se introduce el instrumental necesario y específico para tratar la lesión. Este instrumental se introduce por la cara anterior del tobillo o por su cara posterior.
Originalmente, se empleó con fines diagnósticos y para la extracción de cuerpos libres. Actualmente, la principal indicación de la artroscopia de tobillo es el tratamiento de las secuelas derivadas de un esguince de tobillo.
Alrededor de un 20% de las lesiones ligamentarias de tobillo (esguinces de tobillo) presentarán una mala evolución a pesar de aplicar un correcto tratamiento conservador. La principal causa es debido al crecimiento anómalo de un tejido fibrótico e inflamatorio en el interior de la articulación, más conocido como síndrome de atrapamiento o «impingement» de tobillo.
¿En dónde lo podemos encontrar?
En la Clínica Almendros, donde contamos con equipo de artroscopia de última generación para una mejor atención a los pacientes que requieran los procedimientos antes mencionados.
Dr. Ulises Pérez Montesinos
Traumatología y Ortopedia
Cirugía Articular, Artroscopia y Lesiones del Hombro
Ced. Esp. 9722715
Clínica Almendros
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