Por: Dra. Verónica Aguilar
La respuesta parece fácil pero no es así, existen diferentes factores que condicionan a que un paciente no sea tributario a una corrección estética. A continuación, mencionaremos los más importantes.
- Tabaquismo. Se sabe que con la primera bocanada de tabaco se produce una vasoconstricción generalizada en el organismo. Así mismo, el daño pulmonar por tabaquismo crónico hace mucho más riesgosa una cirugía y más cuando se trata de anestesia general, por lo que aumenta el riesgo de trombosis y otras complicaciones locales y/o sistémicas tanto durante la cirugía como después de ella.
- Obesidad. La obesidad es uno de los factores de riesgo más importantes para la presencia de complicaciones graves en pacientes quirúrgicos, y con mayor razón en procedimientos estéticos. Es importante aclarar que la liposucción no está indicada para “bajar de peso a una persona”. Hay que tener claro que al extraer la grasa, un porcentaje del líquido extraído es sangre, por lo cual una liposucción masiva puede llevar al paciente a un estado de choque.
- Enfermedades crónicas. En general, enfermedades como diabetes mellitus, hipertensión, cardiopatías o problemas reumatológicos que requieran inmunosupresores, requieren de una valoración cuidadosa, así como de una autorización por escrito por parte del médico tratante de la enfermedad de base y estudios actualizados que demuestren un adecuado control del padecimiento.
- Trastorno dismórfico. En general, los trastornos psicológicos o psiquiátricos que condicionen inestabilidad emocional, falta de apego a los cuidados en el posoperatorio o expectativas poco realistas de los resultados, son contraindicaciones para estos procedimientos.