Dengue y embarazo

Deseándoles como siempre un excelente inicio de mes y nuestros mejores deseos para este año que está por terminar.

En nuestro país y en nuestro Estado, estamos viviendo un problema de salud pública llamado dengue; sabemos que ha cobrado víctimas de personas aparentemente sanas y de niños pero, ¿Qué sucede en el embarazo?

La posibilidad de que el dengue se presente en las embarazadas es la misma que para el resto de la población; sin embargo, por el estado propio de la mujer, su mortalidad es mayor, llegando a ser hasta de un 14%; así que una mujer embarazada con sospecha de dengue debe ser atendida a la brevedad y, en la mayoría de los casos, debe ser hospitalizada, aunque no presente ningún signo de alarma.

Siempre hay que tomar en cuenta que estas pacientes tienen mayor riesgo de una amenaza de parto prematuro en el 40% de los casos; un parto prematuro en el 10% y de presentar sangrado abundante durante el nacimiento en un 9% de los casos. El bebé también puede tener complicaciones como el fallecimiento dentro de la pancita de su mami en un 4% de los casos; si es pequeño, puede terminar en aborto en un 4% de los casos.

Si estás embarazada o conoces alguna embarazada que inicie con fiebre, malestar general y dolor en cuerpo, no dudes en buscar atención especializada, generalmente puede continuar el curso normal del embarazo pero siempre con  vigilancia estrecha de  la salud materna y fetal; se deben realizar ultrasonidos valorando el crecimiento fetal y la cantidad de líquido amniótico y realizar estudios maternos para detectar de forma temprana la disminución de plaquetas y otras alteraciones que deben corregirse a la brevedad.

En cuanto a qué podemos hacer el resto de la población para evitar su transmisión, recordemos que  el vector principal del dengue es el mosquito y el virus se trasmite a los seres humanos por la picadura de mosquitos hembras infectadas, las personas sintomáticas y asintomáticas son las portadoras y multiplicadoras principales del virus y los mosquitos se infectan al picarlas. Tras la aparición de los primeros síntomas, las personas infectadas pueden transmitir la infección durante cuatro a doce días máximo.

Hoy por hoy, el único método para controlar o prevenir la transmisión del virus, consiste en luchar contra los mosquitos vectores: evitando que encuentren lugares donde depositar sus huevecillos; eliminar los desechos que sirvan de depósito para sus huevos; cubrir, vaciar y limpiar cada semana los recipientes donde se almacene agua de uso doméstico; utilizar medidas de protección personal en el hogar como mosquiteros, manga larga y repelentes. El sector salud se encargará de la aplicación de larvicida, nebulización, rociados en domicilio, pero tu participación es la más importante.

Por Dra. Esperanza Bautista Gómez

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