Por Dra. Esperanza Bautista Gómez
Tal vez has escuchado un gran número de historias sobre el momento del parto, algunas que compartes, algunas que no y, muchas más, que te queda la duda sobre si será un actuar adecuado. En esta ocasión vamos a hablar de la episiotomía; la cual se refiere al corte que se realiza a nivel del periné para, teóricamente, ampliar el canal del parto.
Cuando se introdujo, se hizo de forma general sin probar sus beneficios, llegando a ser un procedimiento que se realizaba en todos los nacimientos vaginales; sin embargo, gracias a la aparición de la medicina basada en la evidencia, se ha demostrado que aquellos beneficios que se creían de la mano de la episiotomía no existen y que, el día de hoy, su uso debe ser restringido a ciertos casos únicamente.
¿Qué pacientes deben ser sometidas a la misma?
- Paciente con un periné muy corto en el momento del alumbramiento
- Paciente en la que se requiera la aplicación de un fórceps
- Paciente en la que el bebé presente un estado no tranquilizador y que la vía de resolución más pronta sea el parto
Sólo en estos casos está justificado realizarla y, la indicada, sería un corte medio lateral, ya que con ella estamos previniendo la posibilidad de un desgarro del esfínter anal externo. El uso rutinario de la episiotomía nos lleva a complicaciones como desgarros de tercer o cuarto grado, resultados anatómicos inadecuados, presencia de fistulas, mayor probabilidad de hemorragia, mayor riesgo de infección y dehiscencia (se refiere a que la herida se vuelva a abrir), además de que se incrementa la posibilidad de desgarros en un parto posterior.
Con todo esto, el abordaje durante el parto debe ser una episiotomía restringida. Infórmate y evita procedimientos innecesarios.