¿Cómo nos enamoramos, verdaderamente es desde el corazón?

Por: Dra.  Rosa María Ortiz Prado
¡El amor! ¡El amor!!
Todos los seres humanos nos enamoramos en algún momento de la vida o varias veces en la vida.. Y, aunque lo relacionamos con el corazón, la verdad es que nos enamoramos neuroquímicamente desde el cerebro para después emitir las conductas que nos conducirán a la atracción física, al cortejo y al enamoramiento. El enamoramiento es un fenómeno complejo que involucra diferentes áreas del cerebro y una serie de procesos químicos y emocionales que implican multiplicidad de sinapsis y neurotransmisores.

Cuando nos enamoramos, el cerebro libera una serie de sustancias químicas, como la dopamina, oxitocina y serotonina, que generan sensaciones de felicidad, euforia y apego. Estas sustancias actúan en diferentes áreas del cerebro, como el sistema de recompensa y el sistema límbico, involucrados en el placer y las emociones. Además, la atracción física también juega un papel importante en el enamoramiento. El cerebro procesa la información visual y libera más dopamina cuando vemos a alguien que nos atrae físicamente. Esto puede generar una sensación de conexión y deseo hacia esa persona.

La comunicación y el contacto físico también son fundamentales para enamorarnos. El intercambio de palabras, gestos y caricias activa áreas del cerebro relacionadas con la empatía y la intimidad, fortaleciendo los lazos emocionales, de hecho, el amor nos secuestra químicamente y nos conduce a ejemplificar esa frase de: “el amor es ciego”, ya que otro aspecto importante es la idealización de la persona amada. Durante el enamoramiento, tendemos a magnificar las cualidades positivas de la otra persona y minimizar sus defectos. Esto se debe a la activación de áreas del cerebro relacionadas con la toma de decisiones y la evaluación social.

En resumen, el enamoramiento implica una serie de procesos químicos y emocionales que generan sensaciones de felicidad, apego y conexión hacia la persona amada. La atracción física, la comunicación, el contacto físico y la idealización, son algunos de los factores que contribuyen a este proceso. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el enamoramiento cerebral es sólo el comienzo de una relación y que, el amor duradero, requiere de otros elementos como la compatibilidad, el respeto y la comunicación efectiva. Entonces podremos sustituir las frase: “Te amo con todo mi corazón!” Para decir: “Te amo con todo mi cerebro!”

Gracias por leerme.

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