La gran cantidad de humedad, el sol y el terreno montañoso, han creado las condiciones ideales para que se establezcan relaciones biológicas estrechas entre miles de especies (algunas endémicas del país) de plantas, hongos y animales; estas zonas son llamadas Bosque Mesófilo de Montaña o Bosque de Niebla; es un ecosistema que, por ser diverso, exclusivo y extremadamente reducido por las condiciones que requiere, atrae especial interés de los botánicos y amantes de la naturaleza.
En este bello bosque, las plantas juegan un papel muy importante; podemos encontrar pinos, robles, laureles y los ancestrales helechos arborescentes que, con la ayuda de sus copas frondosas y la pendiente del terreno, conservan muy bien la humedad, pero también, forman equipo con los hongos, creando un sustrato rico en nutrientes. Las hojas y la madera muerta, provenientes de los árboles, es procesada y sirve de alimento para los hongos que habitan el bosque, al mismo tiempo, mineralizan el suelo y éste adquiere la capacidad de almacenar gran humedad. Cabe mencionar que algunos hongos pueden ser alucinógenos, venenosos o bioluminiscentes.
En el Bosque de Niebla, las plantas epífitas como los helechos, las orquídeas y las bromelias, llaman la atención por ser particularmente bellas; estos organismos lucharon evolutivamente contra las grandes plantas e idearon una manera de adquirir la luz escasa en el suelo, habitando en lo alto o en las ramas de los árboles; estas plantas sólo podrían sobrevivir bajo las condiciones del bosque ya que están sumamente adaptadas a él, requieren mucha humedad en el ambiente y es por ello que, en su pequeño espacio, crean estrategias para atrapar el agua y, con sus raíces o tallos, se abrazan fuertemente del tronco que será su hogar por el resto de su vida.
De la mano de las plantas se encuentran los polinizadores, que son tan importantes para las plantas que estas los recompensan con fragancias o alimento, aunque algunas orquídeas ocupan técnicas de engaño para atraer a su polinizador. Las plantas consienten a su polinizador porque sin ellos, el espectáculo de la reproducción entre las plantas no se realizaría. Algunos polinizadores son anatómicamente capaces de polinizar una única especie de planta, formando relaciones muy estrechas, en donde, si alguno de los dos participantes se extingue, el otro no podría sobrevivir.
Diversos animales habitan el bosque, entre ellos, se encuentran aves como los colibrís o el quetzal, mamíferos como el jaguar, murciélagos o tlacuaches, reptiles y una gran cantidad de anfibios. Algunos animales y plantas, utilizan a los árboles como hogar y, en armonía, todas las especies interaccionan, beneficiándose de los recursos y equilibrando el ambiente.
Este particular ecosistema cubre menos del 1% del territorio mexicano y es uno de los más escasos a nivel mundial, pero México cuenta con el 10% de toda la diversidad de especies del país. Oaxaca, Chiapas, Puebla, Veracruz y Tabasco son algunos Estados que cuentan con porciones de bosque; la sierra norte de Oaxaca, tiene la mayor superficie de bosque de niebla en todo México, siendo la Chinantla, uno de los principales lugares donde se conserva este hábitat.
El Bosque Mesófilo de Montaña también brinda servicios a los humanos, el más importante es la regulación del agua, la lluvia y la niebla; de nuevo las plantas realizan este trabajo, reteniendo la humedad y filtrándola entre el suelo, añadiéndose al agua minerales y nutrientes importantes para todo ser vivo; el agua sigue su camino y sale a la superficie en otro punto, formando manantiales que abastecen ciudades y comunidades. Otro servicio ambiental realizado por los árboles del bosque, es el almacenamiento del carbono en sus grandes troncos al realizar su metabolismo y crecer, pero esto nos beneficia a todos, evitando que se libere ese carbono a la atmósfera, deteniendo su alteración.
A pesar de la importancia del Bosque Mesófilo de Montaña, para muchas especies, incluyendo el humano, este bosque se está viendo gravemente amenazado por la sobrepoblación, el uso de suelo para la ganadería o agricultura y la tala de árboles para la producción de carbón. El calentamiento global producido por la actividad humana ha aumentado el riesgo para los habitantes de este ecosistema, al aumentar las temperaturas y reducir la humedad vital para el bosque.
La vida del bosque y de miles de especies llegarían a su fin si se sigue ignorando el problema, se debe prestar atención en su conservación y su buen manejo de recursos. Si quieres conocer personalmente la belleza del bosque, puedes informarte acerca del ecoturismo y pasar buenos días de descanso en contacto con la naturaleza, mientras observas el comportamiento de las especies habitantes.
Puedes visitar las zonas de: La Chinantla, Ixtlán de Juárez y Santo Tomás Teipan, en el Estado de Oaxaca.
Por Romina Silva Espejo y Roberto Villagrán Torres
Referencias
CONABIO (2010). El Bosque Mesófilo de Montaña en México: Amenazas y Oportunidades para su Conservación y Manejo Sostenible. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. 197. México D.F., México
González, M. Et al (2012). Los bosques de niebla de México: conservación y restauración de su componente arbóreo, ecosistemas, 21, 17.
Carvajal, I. (Mayo 12 de 2016). Los helechos y el bosque de niebla. La ciencia y el hombre, XXIII, 3.
Narro, I. (2013). Los bosques de niebla en México. México: Grupo Impresores Unidos S.A. de C.V.