Por. Uriel de Jesús Santiago Velasco
Todos recordamos con gran cariño nuestras respectivas escuelas, lugares en los que crecimos, nos formamos y nos educamos. Al pasar de los años, los colegios, al igual que la educación, han cambiado. Y aunque todos recordamos con añoranza y melancolía esos momentos de juego y aprendizaje, pocos conocen el pasado de la vida estudiantil.
Ahora, recordaremos una Institución en la que se educaron muchas señoritas oaxaqueñas. Su lema fue: “Ánimo, esfuerzo y energía”: la academia científica “La Corregidora”, fundada en 1936 por la maestra Luz Cordero Bermúdez de Galindo; escuela exclusiva para damas donde se podía cursar la secundaria y la carrera de contador privado. Sus instalaciones se ubicaron en la esquina de la calle de Murguía con 5 de mayo, ¿cuántos recuerdos tendrá este edificio para las que ahí estudiaron? Seguramente abundan; sin embargo, durante la edad estudiantil, los recuerdos son aburridos pero, con el tiempo, se traen a la mente con añoranza, se descubre el porqué de las llamadas de atención que tanto nos aterraban.
De esto padecieron también muchas ex alumnas de esta academia quienes recuerdan a su profesora como una persona estricta y exigente; tal es el caso de nuestra querida Güera Gonzáles, quien decía en su libro: “Oaxaca, paraíso de mi memoria”: “Señoritas, sólo así podrán expresarse algún día ya sea en prosa o en verso con claridad, propiedad, pureza y elegancia”.
En la academia científica, no sólo enseñaban gramática, matemáticas, historia, literatura; educaban para la vida cotidiana: valores, normas y comportamientos. El manual de Carreño era un título indispensable en la dirección de la academia. Entre los maestros que aquí impartieron cátedra se encuentran: Lic. Julio Bustillos, Ma. del Carmen Acevedo, Ing. Quim. José Luis Aceves de la Mora, Alfredo Castillo Gómez, Ma. de los Ángeles Toro, sólo por recordar a algunos. De las ex alumnas, mejor ni hablamos, fueron varias y podríamos escribir mucho sobre aquellas que no han emprendido el último viaje. Por cuestiones de espacio, mejor trataré de describir su vida estudiantil.
Acudían a la escuela por las mañanas y regresaban en la tarde para recibir clases de pintura y costura; la gramática y la mecanografía fueron materias básicas; llevaban dos tipos de uniforme: el del diario y el de gala, este último era de tela de seda color azul marino y cuello de marinero.
Las ex alumnas de la academia, seguramente recuerdan los paseos en el llano, los desfiles oficiales, a sus primeros pretendientes que las esperaban a la salida por las calles de Murguía y 5 de mayo. En fin, otra época que sólo queda en aquel lejano Oaxaca de antaño.
En cuanto a la Profesora Luz Cordero Bermúdez he de decir que nació en Tututepec el 13 de septiembre de 1899; desde infante, radicó en la capital del Estado y cursó la primaria en el colegio “Triple Unión”, ahí estudió la carrera de Tenedor de Libros; más tarde, estudió en la Escuela normal de estudios. Fue maestra en diversas instituciones hasta que, en 1925, se casa con Don José Galindo; madre de dos hijos; fundadora de la academia “La Corregidora”; recibió la medalla “Ignacio M. Altamirano” por medio siglo de docencia; fue autora del libro “El idioma castellano y sinopsis gramatical”; fue reconocida como maestra emérita por el gobernador del Estado Manuel Zarate Aquino y, en marzo de 1982, fue homenajeada por sus ex alumnas, semanas después, falleció, dejando una huella profunda en la sociedad oaxaqueña que la recuerda con mucho cariño.