La doctora Verónica Aguilar es una médica cirujana con especialidad en Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva, egresada del Hospital General de México y con formación avalada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), una de las instituciones más reconocidas del país.

Su trayectoria se distingue por la ética, la responsabilidad y un profundo compromiso con el bienestar de cada paciente. La Dra. Verónica Aguilar es, sin duda, una cirujana plástica preparada, en quien se puede depositar la confianza plena para llevar a cabo procedimientos estéticos con responsabilidad, seguridad y buenos resultados.
Conociendo a la doctora..
SOCIALMENTE: ¿Qué fue lo que te inspiró a estudiar medicina y especializarte en cirugía plástica?
VERÓNICA AGUILAR: Desde niña siempre supe que me encaminaría a la medicina; me interesaba el funcionamiento maravilloso del cuerpo humano. Posteriormente, en el internado y en el servicio social me di cuenta de que debía hacer algo quirúrgico, y finalmente entendí que mi camino era ayudar a la felicidad de las personas mediante la corrección de defectos de nacimiento, accidentes, cicatrices, así como pulir la belleza del ser humano.
S: ¿Cómo ha sido tu camino profesional desde que egresaste de médico hasta convertirte en especialista?
VA: Estudié medicina en la Universidad Regional del Sureste. Posteriormente, apliqué el examen nacional de selección para residencias médicas, quedando en el lugar 18 de 3,900 participantes, lo cual, junto a mi promedio y currículum, me permitió ser aceptada en uno de los hospitales más reconocidos del país y el más grande de América Latina: el Hospital General de México.
En dicho hospital cursé 3 años de posgrado en cirugía general, realizando cirugías de abdomen, cuello y extremidades. Posteriormente, participé en la selección para la subespecialidad de cirugía plástica, postulándome en 3 hospitales y compitiendo con alrededor de 100 cirujanos. Afortunadamente, fui aceptada en el hospital de PEMEX, en el Hospital 20 de Noviembre y en el Hospital General de México. Tomé la decisión de quedarme en mi casa, por razones afectivas hacia ese hospital tan querido y reconocido, y porque sabía que, aunque el trabajo sería muy arduo, era el que me brindaba el mejor campo con el mayor número de pacientes y cirugías para aprender. Me titulé como Cirujana Plástica Estética y Reconstructiva con aval de nuestra máxima casa de estudios: la Universidad Nacional Autónoma de México.
S: ¿Qué significa para ti ser mujer y cirujana plástica en Oaxaca, un estado con tantos contrastes y belleza natural?
VA: A pesar de la evolución de la ciencia y de encontrarme con personas con muchos estudios profesionales, no ha sido fácil ser mujer en un ambiente que, por tradición, ha sido de varones. Esta situación se exacerbó al entrar a la subespecialidad, siendo víctima de acoso laboral y sexual por ser la única mujer entre 14 compañeros varones. Esto implicó un reto doble.
Sin embargo, con el paso del tiempo y a base de trabajo, dedicación y estudio, obtuve el reconocimiento tanto de mis compañeros como de mis maestros. Esto me permitió realizar innumerables procedimientos y ser solicitada con frecuencia para trabajos privados y de alta precisión. Me titulé como cirujana plástica y continué trabajando en institución en el Hospital Rubén Leñero, en el área de quemados, durante 4 años, además de consulta y cirugía privada.
Siempre mantuve la esperanza de regresar a la ciudad de Oaxaca para aplicar los conocimientos y la experiencia adquiridos. Fui contratada inicialmente en el Hospital Regional de Alta Especialidad de Oaxaca, donde me desenvolví profesionalmente durante 4 años, mejorando la vida de muchos pacientes al realizar cirugía reconstructiva de mama, quemados, secuelas de obesidad mórbida, lesiones de mano, reconstrucción de cara, abdomen, miembros pélvicos, entre otras.
Una vez que concluyó mi ciclo en el hospital, me he dedicado únicamente a la práctica médica privada.

S: ¿Qué valores personales guían tu práctica médica y tu trato con los pacientes?
VA: Mi vida profesional se rige en el principio primum non nocere, que significa que, por ningún motivo, se debe dañar la integridad y salud de los pacientes. Siempre soy respetuosa con las necesidades, gustos y pudor de cada uno, evitando exhibir sus rostros o cuerpos sin su consentimiento, y basándome en la belleza propia de cada ser humano para perfeccionarla y armonizarla.

S: ¿Cómo equilibras tu vida profesional con tu vida personal?
VA: Inicialmente fue complicado, ya que tuve que conjugar mi papel de madre y profesionista. Poco a poco, y con ayuda de mi familia, logré educar a mi pequeña y trabajar en lo que amo sin descuidar ninguno de los dos papeles. Además, fuera del quirófano, me gusta leer, hacer ejercicio, convivir con mis amigas (parte de mi equipo quirúrgico), con mi familia y estar en contacto con mis mascotas.
Lo Profesional…
S: ¿Cuáles son los procedimientos estéticos que más realizas actualmente y por qué crees que son los más solicitados?
VA: Los procedimientos más solicitados varían de acuerdo con los grupos de edad, siendo los más frecuentes: aumento mamario, rinoplastia, abdominoplastia, blefaroplastia y liposucción, sin dejar a un lado los procedimientos reconstructivos de cicatrices, quemaduras, cubierta cutánea, entre otros.
S: ¿Qué procedimientos decidiste no realizar y cuál es tu postura profesional ante ellos?
VA: En general, no me he cerrado a la posibilidad de realizar algún procedimiento. Sin embargo, existen procedimientos que, por su naturaleza, implican un estudio más detallado y un manejo multidisciplinario del paciente. Entre ellos, podemos mencionar los procedimientos de disforia de género, como masculinización torácica, aumento mamario en varones, feminización corporal y facial, entre otros, ya que requieren acompañamiento psicológico y psiquiátrico, así como apoyo de otros especialistas.
S: ¿Cuál es el proceso que sigues con cada paciente antes de una cirugía?
VA: Iniciamos siempre con la valoración, la cual es muy importante, ya que es en ese momento cuando tenemos la oportunidad de escuchar al paciente: sus motivaciones y expectativas, así como sus temores e inseguridades. Interrogamos específicamente antecedentes de riesgo y exploramos el área anatómica a mejorar.
Esto también nos permite conocernos y saber si hay un buen “click” o, como decimos profesionalmente, una adecuada relación médico-paciente, ya que el paciente depositará en nuestras manos su cuerpo y su vida.
En esa misma consulta solicitamos los estudios y valoraciones de acuerdo con las necesidades de cada paciente, explicamos el procedimiento y el plan a realizar, riesgos y cuidados posteriores.
En una segunda consulta, valoramos e interpretamos estudios y agendamos cita para el procedimiento, proporcionando por escrito las condiciones que deben cumplirse antes de dicho procedimiento. Una vez que llega el día de la cirugía, se confirma el plan con el paciente y se realiza el marcaje de las áreas anatómicas a tratar, pasando posteriormente al quirófano.
Una vez en quirófano, repasamos con todo el equipo la lista de seguridad del paciente, se inicia la anestesia y la cirugía, confirmando y manteniendo en todo momento una correcta comunicación con el equipo quirúrgico en pro del bienestar y seguridad del paciente.
S: ¿Qué criterios éticos y médicos tomas en cuenta?
VA: Lo más importante es identificar datos de riesgo para la seguridad del paciente, buscando en todo momento el bienestar del mismo, porque no está justificado un riesgo excesivo, y menos ante un procedimiento estético.
S: ¿Qué representa para ti trabajar desde hace tantos años con el mismo equipo médico en tus cirugías?
VA: Para mí, la comunicación y la relación con mi equipo de trabajo es esencial. Llevamos 13 años trabajando juntas en cirugía privada. Mi anestesióloga, la Dra. Gabriela Cruz López, cuenta con más de 15 años de experiencia en anestesia privada y 13 en el Hospital de Especialidades. Además, la Dra. Magaly Chávez Cervantes, mi ayudante quirúrgica, tiene más de 15 años de trayectoria colaborando con diversas especialidades.
S: ¿Qué tan importante es la evaluación psicológica o emocional en los pacientes que buscan una cirugía estética?
VA: Aunque a menudo se omite, la evaluación psicológica del paciente es muy importante. Es necesario identificar sus motivaciones, si la necesidad surge realmente de él o ella mismos, si tiene expectativas realistas y si tiene claro el proceso por el cual pasará. También debe estar consciente de que un 50% del éxito de la cirugía se basa en lo que se realiza en quirófano, y el otro 50% en los cuidados y el seguimiento de las indicaciones.
Si se identifica una falla o falta de apego a alguno de esos pasos, lo mejor es no operar a ese paciente.
S: ¿Cuál ha sido el caso que más te ha marcado en tu carrera y por qué?
VA: Han existido varios casos que recuerdo con cariño, orgullo y que guardo en mi corazón: innumerables nombres y rostros, historias, detalles, palabras y agradecimientos. Pero uno de los más memorables es el caso de un paciente de 23 años que llegó con un linfedema (elefantiasis) de la pierna y a quien querían retirar su extremidad. Afortunadamente, se pudo dar una solución a su situación y el paciente quedó muy agradecido de permanecer completo y funcional, para poder seguir trabajando y siendo el soporte de su familia.

Concientización
S: ¿Qué mensaje le das a quienes están pensando en realizarse un procedimiento estético?
VA: Como comenté en mi historia académica, los cirujanos plásticos pasamos por múltiples procesos de selección, en los cuales no solo valoran los estudios académicos y el currículum que presentemos, sino también evaluaciones psicológicas y éticas. Pasamos por un proceso de formación de entre 6 y 8 años, viviendo en un hospital, valorando, seleccionando, operando y también resolviendo complicaciones, analizando en sesiones clínicas cómo pudieron haberse evitado dichas complicaciones. Todo esto es avalado y evaluado periódicamente por universidades de prestigio que respaldan los títulos que ostentamos.

Desafortunadamente, existen médicos generales que, únicamente pagando un curso semipresencial, creen tener la capacidad de trabajar situaciones complejas y delicadas sin ninguna formación metódica ni práctica. Esto condiciona que, en su práctica privada, recurran al ensayo-error para el manejo de pacientes, con un índice muy alto de complicaciones e incluso, como ya se ha visto, de fallecimientos.
Asimismo, al no contar con la formación en el aspecto reconstructivo, no tienen las herramientas necesarias para corregir complicaciones.
Siempre que deseen realizarse un procedimiento estético, investiguen a su médico, pregunten sobre su formación y busquen referencias. Recuerden que su salud debe estar en manos de expertos.
Verónica Aguilar, Cirujana Estética Certificada
WA: 55 1652 3533
FB: Dra. Verónica Aguilar
Privada de Monte Albán 108 Col. Reforma, Oaxaca de Juárez
