En el corazón de Oaxaca se levanta un escenario que ha marcado la memoria cultural del estado: el Teatro Macedonio Alcalá. Este año celebra 116 años de vida, y para conmemorar esta fecha conversamos con su director, el arquitecto Esteban San Juan, un apasionado defensor de este recinto que hoy sigue siendo símbolo de identidad para los oaxaqueños.
Socialmente: ¿Arquitecto, qué representa el Teatro Macedonio Alcalá para Oaxaca?
Esteban San Juan: El Teatro Macedonio Alcalá es mucho más que un edificio: es el alma de los oaxaqueños. Desde su inauguración en 1909 con la ópera Aida, ha sido un espacio donde la cultura se convirtió en refugio y motor social. Se construyó porque Oaxaca necesitaba un recinto de gran calidad, con acústica impecable y arquitectura digna de los mejores teatros europeos. A lo largo de 116 años ha fortalecido la vida cultural no solo de la ciudad, sino también de quienes nos visitan.
S: El teatro ha vivido distintas etapas, incluso con otros usos. ¿Cómo ha mantenido su vocación cultural?
ESJ: Es verdad, este espacio fue también cine, arena de box y hasta sede de actos políticos. Pero con el tiempo se reafirmó su destino: ser un recinto para la cultura. Aquí se han presentado óperas, danza, teatro, música, conferencias… y hasta hoy seguimos formando públicos. Incluso hemos encontrado nuevas formas de acercar la ópera al público, como las transmisiones vía satélite del MET de Nueva York, que llevamos 14 temporadas proyectando.
S: ¿Qué significa para usted dirigirlo en este 125 aniversario?
ESJ: Es una gran responsabilidad, pero también una enorme pasión. Este teatro tiene una historia de altos y bajos, y lo que me toca ahora es preservar su esencia. Lo más importante es que la gente lo sienta suyo, que lo habite. Mientras los oaxaqueños sigamos trayendo a nuestros hijos y nietos, el teatro nunca morirá.
S: Uno de los momentos más significativos de este aniversario fue la revelación del telón “Ñúú Nündúva”. ¿Qué nos puede contar de él?
ESJ: El telón es obra del maestro José Luis García y fue posible gracias a la suma de voluntades de artistas, instituciones como la Fundación Alfredo Harp Helú y la sociedad con Salvador Flores Concha de Chocolate Mayordomo. El telón un símbolo de que cuando los oaxaqueños trabajamos juntos podemos lograr cosas grandes. Ese día fue histórico: tuvimos la participación de Elisa Carrillo y de Lila Downs, quienes con su arte rindieron tributo al teatro. El telón no solo embellece el escenario, también marca un parteaguas en la vida cultural del Alcalá.
S: En su memoria, ¿qué momentos especiales recuerda del teatro?
ESJ: Muchísimos. Las producciones de ópera que aquí se montaban eran impresionantes. También recuerdo conferencias con grandes intelectuales como José Emilio Pacheco o Carlos Monsiváis. Otro instante inolvidable fue el concierto de Alondra de la Parra con la Orquesta de las Américas, que puso a bailar a todo el teatro. Y claro, la actuación del maestro Javier Camarena, que llenó de emoción a todos los presentes. Cada uno de esos eventos confirma que el Alcalá inspira y conmueve.
S: Hay quienes nunca han visitado este recinto. ¿Qué mensaje les daría?
ESJ: Que se acerquen, que lo conozcan y lo vivan. Este teatro es patrimonio vivo, un símbolo de nuestra identidad. La cultura no debe verse como un lujo, sino como un derecho. Si los niños y jóvenes lo hacen suyo, el Teatro Macedonio Alcalá seguirá de pie otros 125 años más.
Fotografía:
Telón: Manuel Jiménez
Esteban San Juan – Galo de Luz


