Alimentación, ejercicio, hidratación y descanso saludable 

Por: Dra. Ana María Acevedo 

Alimentación saludable: es un patrón de dieta variada y equilibrada que proporciona al cuerpo los nutrientes y la energía necesarios para funcionar correctamente, mantener la salud, prevenir enfermedades y asegurar el desarrollo. 

Implica consumir una amplia una amplia gama de alimentos nutritivos como frutas, verduras, cereales, proteínas y lácteos; limitar la ingesta de grasas saturadas (alimentos chatarra), azúcares (golosinas, postres, refrescos) y sal en exceso (todo lo enlatado tiene exceso de sal y conservadores). Es de suma importancia tener horarios establecidos para su alimentación, de manera general se recomiendan 3 comidas en 24 hrs con 2 colaciones y realizar su comida sentado y en un ambiente favorable. 

Ejercicio saludable: es una actividad física planificada y repetitiva que tiene como objetivo mejorar o mantener la condición física; se realiza adaptándose a las capacidades de cada persona para promover su bienestar general y prevenir enfermedades. 

Se sugiere realizar actividad física (caminata vigorosa) 30 minutos al día, 5 días de la semana. Realizar un calentamiento previo de 5 a 10 minutos y al terminar la actividad física realizar de 5 a 10 minutos ejercicios de relajación y estiramiento. 

Hidratación saludable: implica beber suficientes líquidos, principalmente agua, de manera regular a lo largo del día, incluso sin sentir sed. La cantidad necesaria de agua varía según la edad, sexo, actividad física y clima. En promedio se sugiere tomar 2 litros de agua al día, al hacerlo obtendremos los beneficios de la hidratación:  

  • Regulación de la temperatura corporal 
  • Adecuado transporte de nutrientes 
  • Adecuada eliminación de desechos  

Descanso saludable: implica dormir entre 7 y 8 hrs por la noche para la mayoría de los adultos; establecer un horario de sueño constante, crear un ambiente oscuro, tranquilo y fresco. Evitar consumir cafeína, alcohol y dispositivos electrónicos antes de dormir. Mantener estos hábitos mejora la concentración, el estado de ánimo, la memoria y la salud en general.  

Para que el descanso se considere saludable tiene que cumplir con tres requisitos: 

  1. Cantidad adecuada de horas de sueño: 7-8 hrs 
  1. Calidad del sueño: debe ser un sueño reparador e ininterrumpido 
  1. Horario regular del sueño: acostarse y levantarse a la misma hora todos los días. 

Algunos beneficios del descanso saludable son:  

  • Mejora la salud física y mental, al reducir el estrés y el riesgo de enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión 
  • Mejora el rendimiento cognitivo, la concentración y la memoria 
  • Impacto benéfico en el sistema inmunitario, fortaleciendo la capacidad de defensa del cuerpo contra infecciones 

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