Acupuntura: sabiduría ancestral con evidencia científica actual  Por: Dra. Adairis Mandujano  

La acupuntura es una técnica milenaria que ha acompañado a la humanidad por más de 2,500 años. Su origen se remonta a la Medicina Tradicional China (MTC), donde se concebía al cuerpo humano como un sistema energético que debía mantenerse en equilibrio para conservar la salud. A través de la inserción de finas agujas en puntos específicos del cuerpo —los llamados meridianos— se restablece el flujo del «Qi» o energía vital. Esta visión holística, que integra cuerpo, mente y emociones, ha trascendido generaciones y culturas, y hoy en día, ha encontrado una sólida base científica que respalda su efectividad. 

Aunque durante décadas fue vista con escepticismo en el mundo occidental, hoy la acupuntura está reconocida por organizaciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH), no sólo como una terapia alternativa, sino como un complemento eficaz en el tratamiento de diversas condiciones clínicas. 

Gracias a los avances en neurociencia y biofísica, se ha demostrado que la acupuntura estimula el sistema nervioso central, liberando neurotransmisores como las endorfinas, serotonina y dopamina, que ayudan a reducir el dolor, aliviar la ansiedad, mejorar el sueño y equilibrar funciones del sistema inmunológico y digestivo. La ciencia ha permitido entender cómo los estímulos generados por las agujas activan zonas cerebrales específicas, regulan la inflamación y promueven la regeneración celular. 

En mi práctica profesional, con más de 20 años de experiencia clínica y 11 años en Oaxaca, he sido testigo del impacto profundo que tiene esta técnica en la salud de las personas. Desde casos de dolor crónico, migrañas, estrés y problemas hormonales, hasta el acompañamiento en enfermedades complejas como cáncer, fibromialgia o trastornos autoinmunes; la acupuntura ha ofrecido alivio, equilibrio y calidad de vida. En muchos de estos casos, el enfoque integrativo —donde la acupuntura se suma a tratamientos médicos convencionales— ha sido clave para lograr resultados sostenibles y seguros. 

Una de las grandes fortalezas de la acupuntura es su capacidad para tratar no sólo síntomas, sino causas profundas del desequilibrio. Atiende a la persona como un todo, no como una suma de partes. Esta mirada integrativa, que ahora se alinea con la medicina funcional, ha abierto un campo de colaboración entre médicos, terapeutas, investigadores y especialistas en salud. 

Hoy, en clínicas de todo el mundo —incluyendo hospitales de prestigio como el Johns Hopkins, Mayo Clinic o el Instituto Nacional de Ciencias Médicas en México— la acupuntura se utiliza en protocolos de manejo del dolor, recuperación postoperatoria, salud mental, fertilidad y rehabilitación. 

Oaxaca, con su riqueza cultural y conexión con la medicina tradicional, es tierra fértil para la integración de estos saberes. Desde la experiencia profesional, promovemos una acupuntura científica, ética y humanista, donde cada aguja es una herramienta de transformación, tanto del cuerpo como del alma. 

En tiempos donde la salud se ha vuelto prioridad global, la acupuntura se posiciona como un puente entre lo ancestral y lo moderno, entre la energía y la evidencia, entre el arte de sanar y la ciencia de comprender. 

Porque sanar no es sólo curar síntomas, es volver a habitarse en equilibrio. 
Y la acupuntura —cuando se practica con conocimiento, respeto y calidez— es un camino profundo hacia ese equilibrio. 

Adairis Mandujano  

Especialista en Acupuntura y Medicina China por The World Federation of Chinese Medicine Societies 

ATI-Medicina Integral 

WA: 9511870639 

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