OAXACA: CAPITAL GASTRONÓMICA DE MÉXICO

En el marco del 485 aniversario de la ciudad de Oaxaca de Juárez, se celebró el Primer encuentro de Cocineras Tradicionales del Estado de Oaxaca; la “Plaza de la Danza” fue el escenario y punto de reunión de las más de sesenta cocineras tradicionales provenientes de las ocho regiones del Estado.

Las mesas se llenaron de vistosos colores reflejados por nuestra deliciosa comida oaxaqueña, al hacerse presentes las empanadas de San Antonino Castillo Velasco, las tostadas de salchicha ejuteca, el machucado mixe, los dulces regionales de los Valles Centrales, el picadillo de Tlaxiaco, los tamales de tichinda de la Costa, la cochinita a la cubana, garnachas y pollo garnachero del Istmo y, el pozontle de Yalalag, por mencionar algunos de los cientos de platillos que, visitantes maravillados, tuvieron la oportunidad de degustar.

Este evento fue una gran oportunidad para propios y extraños, pues no todos los días podemos probar, en un mismo lugar, la diversidad gastronómica de Oaxaca, original combinación de influencia y raíces prehispánicas, enaltecida con los sabores del nuevo mundo.

La cocina oaxaqueña brilló en este colorido festejo. El maíz fue utilizado de diferentes formas, logrando una diversidad de texturas, sabores y colores; por su parte, el cacao, estuvo presente en espumosas y refrescantes bebidas; los chiles, en salsas o en los moles, dieron el picor y el sabor perfecto a las recetas elaboradas por estas prodigiosas manos.

Agustina Valencia Sánchez, originaria de San Antonino Castillo Velasco, trajo consigo las deliciosas empanadas con sus rabanitos y el chocolateatole; ella dice que “…los pueblos originarios rescatan la tradición de cocinar en ollas y cazuelas de barro” y considera las costumbres y tradiciones de su pueblo muy bonitas.

María del Carmen Gómez Martínez, vino de Santa María Tlahuitoltepec y, orgullosa, nos mostró su tepache con espuma roja, una refrescante mezcla de tepache con axiote; también trajo, para el deleite, machucado, caldo mixe y tamales de amarillo y frijol.

Alicia Palafox, ataviada con el traje típico de San Mateo del Mar, preparó caldo amarillo, que es la comida tradicional de su pueblo, el cual se acompaña con pescado capeado o camarón.

La experiencia fue un deleite a la vista, pero, al paladar, fue fascinante. La diversidad cultural de Oaxaca se traduce en diversidad gastronómica; por ello, muchos consideran a nuestro querido Estado, la capital gastronómica de México.

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