Fotografía: Socialmente
En la Quinta Gloria se llevó a cabo un desayuno en honor a las «angelitas,» voluntarias que durante el año ofrecen desayunos a los asistentes del Comedor Lilí. El evento comenzó con la tradicional Rosca de Reyes, seguida de un delicioso desayuno y finalizó con una rifa de regalos para las asistentes. Este gesto simboliza un agradecimiento por su invaluable apoyo a lo largo de este tiempo, así como un compromiso para seguir siendo parte de este noble proyecto durante el año que inicia.
Desde su fundación, en noviembre de 2010 por la educadora Lilí Porras Mazari y Julieta Vásquez, el Comedor Lilí ha brindado el primer alimento del día a personas en situación de calle, siguiendo el sueño de su fundadora: ofrecer un desayuno caliente, nutritivo y sustancioso para que los comensales enfrenten su día con ánimo.
El comedor inició sus actividades en el Templo de San Agustín y, posteriormente, se trasladó a diferentes atrios de iglesias hasta 2020, cuando la pandemia obligó a cerrar temporalmente. En julio de 2022, gracias a la iniciativa de Doris Acevedo Porras y Carmen Galván, el servicio fue reactivado en un estacionamiento, reconociendo la creciente necesidad de apoyar a las personas en situación de vulnerabilidad.
Actualmente, Doris y Carmen lideran la segunda etapa de esta noble labor, en la que participan benefactores de la sociedad civil y el empresariado local. Bajo un esquema organizado, las familias y grupos de amigos aportan alimentos según un calendario mensual: panes, café, chocolate, atole, tamales, tortas, guisados, frutas y más. Así, se asegura un desayuno completo para los comensales, manteniendo vivo este proyecto que ya suma casi 14 años de impacto social.









