Por: Manuel Ramos y Adrián Ríos
La piel bella y saludable requiere cuidado diario. Si sigues las reglas de oro, después de la ducha diaria, en vacaciones, durante las vacaciones o en estos meses de frío, tu piel estará más suave, elástica y radiante.
Protege la piel del sol. Para mantener la piel saludable, evita exponerte al sol sin protección solar. Aplica una crema SPF que se adapte a tu tipo de piel y repite la aplicación de manera constante. Es recomendable no exponerte por horas al sol, más aún cuando son las horas más intensas.
Utiliza el jabón indicado para tu piel. ¿La piel de tu cuerpo tiende a resecarse después de la ducha? Es importante usar jabones para el cuidado de la piel y que estos sean suaves. Si utilizas productos demasiado fuertes, tu piel puede volverse extremadamente seca y sentirse molesta. Los mejores productos para tu piel son los jabones ricos en lípidos.
En la ducha. Para la piel, es mejor la ducha que el baño, porque tiende a deshidratarse. Asegúrate de que el agua esté tibia y para los amantes del baño, está bien darse un baño de vez en cuando, sin embargo, no permanezcas en el agua tanto tiempo.
Seca con suavidad la piel. Antes de que salgas de la ducha, enjuaga bien el cuerpo para eliminar los productos de limpieza. Seca la piel, dando suaves golpecitos con la toalla en las piernas, pecho, brazo, etc. No frotes la piel con agresividad hasta que esté seca.
Hidrata la piel diariamente. Haz que la hidratación sea un hábito diario, después de darte suaves golpecitos con la toalla para secar la piel, utiliza una crema adecuada para hidratarla de manera efectiva. Esto te ayudará a reparar la película hidrolipídica que recubre la epidermis. No te olvides que debes hidratar todos los tipos de piel.
Cuida la piel del frío. ¿Te diste cuenta que la piel se vuelve sensible durante los meses de invierno? De hecho, el clima frío, al igual que el viento y el sol, tienden a resecarla, dejándola con una molesta sensación de sequedad y picazón. Tan pronto como las temperaturas disminuyan, asegúrate de abrigarte. ¡No olvides protegerte las manos!
Toma mucha agua. Para tener una piel bella, el cuerpo necesita suficientes cantidades de líquidos. Asegúrate de tomar el agua necesaria, aproximadamente ocho vasos al día. Un vaso de agua al despertarte, un té para desayunar, agua mineral a lo largo del día y té de hierbas por la noche. De esta manera podrás cumplir con todos los deberes diarios.
Aliméntate de manera saludable y equilibrada. Una dieta saludable y equilibrada no sólo es buena para el cuerpo, sino también para tu piel. Cada día debes comer cinco porciones de fruta y verdura ricas en antioxidantes, esto te ayudará a mantener tu piel bella y saludable.
Duerme las horas necesarias. Si duermes lo suficiente, tu piel estará radiantemente saludable. Tu cuerpo necesita descansar de siete a ocho horas, de hecho, la necesidad de sueño viene marcada genéticamente.
¡Deja de fumar! ¿Fumas? El tabaco es muy perjudicial para la piel, deja el cutis apagado y con una apariencia mate, hace que la piel envejezca con más rapidez. Esta es una buena razón para dejar de fumar.