Fotografía: Virgilio Luis
Madres, hijas e hijos se reunieron para celebrar el Día de las Madres con una tarde pensada especialmente para convivir. El evento comenzó con un spot de fotos en el acceso al lugar, mientras las asistentes eran recibidas con una bebida refrescante.
Durante la celebración, no faltaron la comida deliciosa, las bebidas frías y los espacios ideales para tomarse fotos entre mamás e hijas, lo que se convirtió en uno de los momentos favoritos para muchas. Las risas llenaron el ambiente, , las mesas se colmaron de anécdotas y los abrazos entre generaciones recordaban el verdadero valor de compartir en familia.
También hubo regalos para las mamás, detalles sencillos que provocaron más de una sonrisa. Pero más allá de los obsequios, lo más valioso fue el ambiente de comunidad: una tarde sin prisas, donde cada persona se sintió parte de algo especial. Fue una celebración auténtica, cercana y llena de esos momentos que no necesitan gran producción para quedarse en la memoria.








