Por Germán Sánchez | Fotografía: Alfredo Pelcastre
Imagen y Stylist: Marissa Sánchez | Coordinación: Miguel Ángel Ramos
Víctor Bohórquez, CEO de Corporativo Red OSMO, comparte cómo fue dejar Miahuatlán de Porfirio Díaz para volver después con un claro objetivo: ser un agente de cambio para su comunidad.
Como muchos oaxaqueños, Víctor Bohórquez, CEO de Corporativo Red OSMO, estaba convencido de que sólo dejando su pueblo podría aspirar a un futuro mejor. Sin embargo, hoy sabe que volver a Miahuatlán de Porfirio Díaz, Oaxaca, significa el inicio de una nueva historia tanto para él como para sus habitantes.
GS. ¿Cómo es nacer y pasar la infancia en una comunidad como Miahuatlán?
VB. En una comunidad, los niños se forman en un entorno donde los valores son muy importantes; esos valores se arraigan en ti y forman parte de quien eres. Además, te permite convivir de cerca con las tradiciones, con la cultura y con la familia.
Desde muy chico, mi padre me mostró cómo era vivir con honestidad y responsabilidad, y mi madre me inculcó el valor de una familia unida. Por eso, estoy convencido de que nacer y crecer en una comunidad es un privilegio más que un obstáculo a vencer.
GS. ¿Cómo fue la vida fuera de Miahuatlán y, luego, fuera de Oaxaca?
VB. Lo más difícil de dejar tu casa es extrañar a los tuyos ¡y la comida! Pero tampoco todo fue tristeza o sinsabores. Cursar la carrera de Medicina en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) me dio la oportunidad de poner en práctica lo que mi padre me enseñó —trabajo duro y honrado— y de valorar el amor que mi madre me inculcó por la familia.
Hice realidad mi sueño de conducir protocolos de investigación clínica bajo la dirección de los laboratorios y farmacéuticas más importantes a nivel mundial, y mi deseo de superación —también una lección de vida de mi padre— me llevó a viajar a otros países y a vivir una temporada en Estados Unidos. Sin duda, hay más cosas por agradecer que por lamentar.
“Lo más valioso de ser emprendedor es cuando dejas de pensar solamente en ti para trabajar en favor de tu comunidad”.
GS. ¿Qué te hizo volver a Oaxaca?
VB. Alguien me dio este consejo: “Víctor, no desaproveches las oportunidades que te da la vida”. El consejo coincidió con la propuesta de correr el primer protocolo de investigación clínica en Oaxaca y acepté el reto. Gracias a esta experiencia, comprendí que en cualquier parte del mundo pueden surgir las oportunidades; el secreto es identificarlas y aprovecharlas.
GS. ¿Qué te llevó a volver la mirada a Miahuatlán?
VB. Mi familia, aunque yo nunca me olvidé de mi tierra. Todos los fines de semana agarraba carretera rumbo a Miahuatlán para pasar unos días en casa, en compañía de mi padre y de mi madre. Sin embargo, cuando ella falleció, de común acuerdo entre hermanos surgió la idea de volver a nuestro rancho para reforzar la unión familiar.
“Sí hay que salir de la comunidad para aprender a valorar lo que tienes en casa, para prepararte y mejorar; pero, no te olvides de tus raíces”.
Pasar más tiempo en el lugar que me vio nacer y al lado de mis seres queridos despertó en mí las ganas de que todas las personas de Miahuatlán pudieran vivir esa misma experiencia. Entonces, ¿por qué no emprender desde las raíces? Al plantear la idea de un restaurante en el rancho todo tuvo sentido y sentí mucha confianza de iniciar este nuevo negocio junto a mi padre. Una vez más, la vida me estaba regalando otra oportunidad.
GS. ¿En qué consiste este emprendimiento en Miahuatlán de Porfirio Díaz?
VB. Desde el inicio, Restaurante Raíces surgió como una empresa 100% profesional que incluye el servicio de restaurante, cocina de humo, salón de eventos, área de albercas, jardines, caballerizas, rodeo, palenque y una capilla. Algo que siempre acompañó al concepto fue el rescate y preservación de la comida, las tradiciones y la cultura de Miahuatlán porque quiero que, así como yo, todos nos sintamos orgullosos de nuestras raíces y de nuestra herencia cultural.
Nuestras instalaciones, el servicio, la comida y los maravillosos paisajes que puedes encontrar en Restaurante Raíces rápidamente atrajeron también a personas de otros lugares. Una vez más, vimos la oportunidad de emprender en la industria de la hospitalidad, la tomamos y surgió Hotel Casa Xaguar, que consta de siete habitaciones diseñadas y construidas a la usanza del pueblo —mucho adobe, tejamanil y piedra—, respetando materiales de la región y al medio ambiente. Al concepto sumamos amenidades que mejoran la experiencia de nuestros huéspedes.
GS. ¿Esta nueva filosofía de negocios ‘emprender desde las raíces’ impacta a otras comunidades del estado de Oaxaca?
VB. Casa Elba Cabañas & Bistro, en San José del Pacífico, es un homenaje a mi madre y a la naturaleza que evolucionó a un complejo hotelero compuesto por seis cabañas al estilo europeo. A diferencia de otros proyectos similares, en Casa Elba nunca tuvimos que talar un árbol o alterar el ecosistema de la región para ofrecer un servicio de calidad.
GS. Para cerrar esta entrevista, ¿cómo describirías tu evolución como emprendedor oaxaqueño?
VB. Creo que lo más valioso de ser emprendedor es cuando dejas de pensar sólo en ti para trabajar en favor de tu comunidad. El impacto del Corporativo Red OSMO y sus cuatro líneas de negocio —Red OSMO Salud (investigación clínica y atención médica privada) en la ciudad de Oaxaca; Restaurante Raíces y Hotel Casa Xaguar en Miahuatlán de Porfirio Díaz, y Casa Elba Cabañas & Bistro en San José del Pacífico— ha llegado prácticamente a todo Oaxaca.
Junto con mi equipo de directivos —seres humanos increíbles, profesionales y comprometidos— trabajamos en darle vida a las ideas más innovadoras para generar fuentes de empleo, mejorar la salud y elevar la calidad de vida de los oaxaqueños. Específicamente en Miahuatlán de Porfirio Díaz, me siento feliz porque las oportunidades que yo busqué fuera, hoy puedo compartirlas en mi pueblo y con mi gente.
“Regresa a tu comunidad y desarrolla una estrategia efectiva de negocios. Estoy seguro de que tu lugar de origen sí tiene potencial, sólo falta que tú lo descubras”.
El mensaje con el que cierro es una invitación a que si tuviste el valor de dejar lo que más amas por buscar nuevas oportunidades, regreses a tu comunidad y te conviertas en el agente de cambio que replicará esas mismas oportunidades en el lugar que te vio nacer. En tus manos está el poder de cambiar la historia de tu comunidad.