México y Perú, una historia compartida

Por: Uriel de Jesús Santiago Velasco   

En 1999, el escritor peruano Rafael Dumett, comenzó a escribir El Espía Inca (Alfaguara/2022), tardó once años el proceso hasta que finalmente lo concluyó en 2010. Llegó el momento de presentarlo a las editoriales y fue rechazado en el Perú, México y España, con el supuesto de que “no era un tema de interés”, hasta que un editor independiente de Cajamarca le apostó en 2018 y ¡Gran sorpresa! El libro de casi un millar de páginas fue visiblemente abrazado por los lectores que lo hicieron por tres años seguidos el libro más vendido del Perú, despertando así el interés de grandes multinacionales como Penguin Random House que este año, lo ha publicado en su serie “Mapa de lenguas: la mejor literatura de 21 países que comparten un idioma” de Alfaguara. 

“El libro ha transgredido todas las normas de lo que se podía esperar en una editorial peruana” me confiesa Dumett, con quien converso en las oficinas de Penguin Random House (PRH) México; es su último día en el país, llegó para promocionar el libro y en el camino conversó con estudiantes del Centro Universitario de Teatro de la UNAM, lo cual asegura le recuerda a su origen, pues es actor de profesión, “malísimo, pero tengo un diploma que me lo acredita”, bromea. 

En su monumental novela, ha descubierto muchos puntos de encuentro entre México y Perú, “compartimos una historia muy similar: conquista española, un gobernante indígena que fue capturado y asesinado, unos grupos indígenas que se aliaron con los españoles”. Por eso en nuestro país se siente en territorio conocido y espera que los lectores que se adentren a El Espía Inca también lo hagan. 

Por ejemplo: “Cuando se dice Felipillo en el Perú, todo el mundo asocia la palabra con traidor, como ocurre con la Malinche. Pero si usted se pone a pensar ¿Qué lealtad debe la Malinche a los mexicas?”. Novelas como la suya, dan nuevas miradas al proceso de conquista, desde personajes periféricos, que él descubrió y dijo “Por qué miércoles nadie me contó acerca de ellos”. Así que le pregunto, si se trata de ir contra la narrativa oficial y me responde que “Simplemente la historia oficial ni siquiera se ha dado el trabajo de desarrollar a esos personajes e incorporarlos en la historia colectiva. En el caso de los personajes indígenas del Perú, tenemos conocimiento de uno o dos nombres y del resto, nadie sabe nada, ni que existen. No se trata ni siquiera de revisar la historia ¡Porque no hay nada!”.Dumett afirma que lo motivó a embarcarse en esta titánica tarea su deseo de compartir este conocimiento con sus compatriotas, aun cuando los personajes no tengan necesariamente rasgos heroicos, “De todas maneras son seres humanos y el hecho de tratar de representarlos con sus virtudes, defectos y contradicciones, creo que es el mejor homenaje que podemos hacerles”, eso es lo que él ha hecho con El espía Inca, una novela monumental que debe continuar leyéndose en países tan hermanos como los nuestros.

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