La Madre de la Tanatología

Elisabeth Kübler-Ross. Mujer que dedicó su vida a ayudar a todo aquel que se enfrentaba a la muerte y consoló a cada uno de sus familiares. Conocida como “La Madre de la Tanatología”, Elisabeth Kübler nació el 8 de Julio de 1926 en Suiza, Zúrich junto con sus dos mellizas. Las trillizas siempre se criaron y trataron como un grupo, lejos de ser tratadas individualmente. Desde muy joven nace en Elisabeth la inquietud por saber y conocer la vida de cada persona con quien se relacionaba encontrando aspectos importantes que las marcaban como personas únicas e irrepetibles.

A la edad de cinco años fue hospitalizada con neumonía; la niña compañera de cuarto muere en presencia de ella y este evento desafortunado marcaría el resto de su vida. Posteriormente, observó cómo un vecino, tras sufrir una caída y tener el cuello fracturado, dio consuelo a su familia previo a morir. Para entonces Elisabeth ya marcaba un interés especial por conocer, entender y aceptar la muerte como parte misma de la vida.

 

Aún muy joven se unió a grupos para reconstruir comunidades devastadas por la Segunda Guerra Mundial, siguió como ayudante de laboratorio hasta que en 1945 se convirtió en activista del Servicio Voluntario Internacional por la Paz.

Todo el trabajo realizado en Polonia, visitando campos de concentración y contactando con tanto moribundo quedó claro en ella que dedicaría su vida a ayudar a las personas a morir en paz y con dignidad. En 1957 se graduó de la Universidad de Medicina; en 1958 conoce y se casa con Emanuel Robert Ross, médico de nacionalidad estadounidense, viaja con él a Nueva York donde completó una  residencia  por tres años de psiquiatría; es a partir del estudio de la mente y de lo que las personas experimentan al enfrentar todo tipo de enfermedades, que ella decide ya en forma a replantear, estudiar y analizar los estadios emocionales por los que pasan los enfermos cuando se miran cara a cara con la muerte.

Se dio cuenta que en los hospitales, los servidores de la salud abandonaban a los pacientes cuando la medicina había terminado su trabajo, sin saber cómo tratar al moribundo y lidiando con sus propios temores sobre la muerte, terminaban por ignorarlos, esperando a que la muerte realizara su trabajo; esto impulsó más a Elisabeth a sostener la mano de cada uno de los moribundos que podía ella acompañar en todo su proceso.

Ella llevaba siempre consigo una libreta donde apuntaba tanto los síntomas físicos como sus angustias, pendientes, miedos y culpas de cada uno de los moribundos, así como apuntar la información que los enfermos le dictaban refiriéndose a los familiares o amigos que venían a visitarlos ( ya fallecidos todos ellos) así como las sensaciones que experimentaban y los lugares que decían visitar mientras dormían.

Este reporte elaborado con dedicación, respeto y amor infinito, le permitió  encontrar las cinco fases o etapas por las que transita un enfermo terminal antes de morir; estas mismas etapas después emplearía para todos aquellos familiares que por supuesto también pasaban por el dolor, sufrimiento y oscuridad, como ella lo narra en uno de sus libros, ante la muerte de su ser querido. Estas etapas o fases las denominó: Negación, Ira, Depresión, Intercambio y Aceptación.

Cuando ella visitó tantos barracones pudo ver la cantidad de mariposas que los soldados y prisioneros dejaban dibujadas, así que decidió tomarla como el símbolo  de su trabajo, encontrando en la mariposa la mejor representación del sentido de la muerte, “un renacimiento a un estado de vida superior”.

En 1969 publicó el primero de una lista importante de libros titulado, “ON DEATH AND DYING”. Continuó su trabajo hasta que se jubiló en el año de 1996. Infinidad de Asociaciones, grupos y consultas han crecido bajo el cobijo del legado que Elisabeth Kübler-Ross dejó para la humanidad, acompañando y apoyando a cada persona que pasa por una pérdida o procesando su propio tránsito para volver a casa.

Elisabeth muere el 24 de Agosto de 2004 a la edad de 78 años después de sufrir varios ataques de apoplejía; desde 1995 el primero, paralizándole el lado izquierdo. Años de acompañamiento, sensibilidad y doctrina quedaron por siempre contenidos en cada uno de los más de 11 libros, entrevistas y artículos que  están al alcance de todos nosotros. Es por toda una vida al servicio de los más adoloridos, enfermos y moribundos que Elisabeth Kübler-Ross es considerada “La Madre de la Tanatología”.

Títulos:

Carta para un niño con cáncer.

La muerte, un amanecer.

La rueda de la vida.

Lecciones de vida.

Los niños y la muerte.

Sobre el duelo y el dolor, entre otros.

Por: Carime Kuri Fierros

 

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