Por Romina Silva Espejo. El virus SARS Cov-2 se presentó al mundo en diciembre del año 2019, su llegada fue motivo para alarmar al mundo, ahora las noticias nos invaden de información que frecuentemente nos mantiene en estado de ansiedad y los gobiernos se ven obligados a tomar medidas sanitarias que representan un cambio total en el estilo de vida de muchos países, sobre todo, de grandes urbes que suelen estar en contacto con otros y son receptores de una gran cantidad de turistas.
La principal medida para evitar los contagios de Covid-19, es no tener contacto con personas que tengan o experimenten síntomas de la enfermad. Esto quiere decir que las personas deben de guardar distancia y permanecer en casa. Las escuelas, comercios, eventos masivos cerraron sus puertas y los aeropuertos, puertos, carreteras e industrias frenaron sus actividades. Como resultado del confinamiento, los agentes que constantemente aumentaban la contaminación atmosférica del planeta se redujeron considerablemente.
La pandemia nos muestra indirectamente que la contaminación atmosférica es causada por las acciones humanas, que existe un cambio observable si se reducen las actividades y nos da esperanza de que aún existe una posibilidad para reducir la contaminación ambiental.
La pregunta que surge es: ¿Realmente el nuevo virus es el principal problema? Para responder las preguntas debemos analizar su origen.
Es bien sabido que el Covid-19 fue transmitido de un animal al humano. Lo más probable es que el surgimiento del virus se haya originado en un sitio donde se practica la venta y tráfico ilegal de especies silvestres como el pangolín, el murciélago, las serpientes, etc., un lugar donde conviven diversas clases de animales que no están reguladas y sus medidas sanitarias, no son estrictas. Así, se convierte en un ambiente viable para la mutación y contagio de enfermedades entre especies.
“No existen límites, ni líneas divisorias entre la medicina humana y el animal…”. – Rudolf Virchow
Reflexionemos y aprendamos la lección. Muy probablemente al volver a la normalidad, se olvidé todo y volvamos a ser inconscientes del daño que hacemos al planeta. ¿Cuántas enfermedades deben surgir para que empecemos a cuidar la naturaleza? Ese el es principal problema.
El humano tiene una huella ecológica muy grande. Invadimos ecosistemas, somos la causa de que muchas especies se encuentren en peligro crítico, desperdiciamos los recursos naturales y más. Pensamos que los demás seres vivos viven a nuestra disposición, cuando la mayoría de ellos, tiene más tiempo habitando nuestro planeta que nosotros mismos. Es necesario implementar medidas que sean agradecidas, nobles y respetuosas con el medio ambiente. Recordemos que la salud humana NO es independiente de la salud ambiental.
“La salud humana es un reflejo de la salud de la Tierra.” – Heráclito de Éfeso