Desaparecen los glaciares de las montañas mexicanas

Por: Roberto Villagrán Torres

En el centro de México, una franja transversal de enormes montañas y volcanes permite la existencia de ecosistemas glaciares típicos de las zonas polares del planeta. Los glaciares mexicanos lograron sobrevivir a las temperaturas cálidas de México gracias al frío presente en los picos de las montañas más altas del país.

Un glaciar es una enorme masa de nieve comprimida por su propio peso. Es fundamental que para que un glaciar sobreviva existan temperaturas locales bajo cero y se presenten nevadas periódicas. En México, los volcanes Pico de Orizaba, Popocatépetl e Iztaccíhuatl resguardaron importantes glaciares que pueden recordarse por fotografías.

Los glaciares tienen un comportamiento periódico; las nevadas y las lluvias agregan masa helada en la superficie que cubre y presiona la nieve más profunda formando capas compactas, al llegar la estación cálida del año, un porcentaje de hielo se derrite y fluye hacia el interior, haciendo que el inmenso glaciar comience a moverse en las montañas. 

Gracias al ciclo de los glaciares, importantes ríos logran descender las montañas para atravesar los valles del centro de México, formando y permitiendo ecosistemas naturales, formando una gran diversidad de especies. Además, el deshielo de los glaciares permite a los humanos acceder a un suministro cíclico de agua dulce.

Año tras año, los glaciares crecen y decrecen por el cambio de temperatura que generan los cambios de estación, sin embargo, en los últimos tiempos, los glaciares en las montañas de México han disminuido hasta en un 90%. La contaminación atmosférica de las grandes ciudades del centro del país, que rodean los glaciares de las montañas más altas de México, ha generado un efecto invernadero en los picos que calienta a las montañas. 

Una vez que el hielo alpino desaparece, se desencadena un ciclo de calentamiento, debido a que los rayos del sol ya no tienen una superficie reflectora que impide la acumulación de calor en la superficie. Al descongelarse la nieve, el calor del sol es absorbido por la roca oscura de las montañas y se calienta.

La pérdida de los glaciares alpinos es preocupante ya que, los pueblos cercanos a las montañas han notado una drástica reducción del agua que descendía. Las grandes ciudades también han sentido la pérdida de agua y han tenido que incrementar su extracción en las presas. En general, México está atravesando una sequía que, en parte, es causada por la pérdida de glaciares. 

Los centros de investigación y la academia han declarado extintos a varios de los glaciares más grandes de México. Es posible encontrar letreros que recuerdan a los fallecidos glaciares que existieron en los sitios.

Las Naciones Unidas han reconocido la importancia de las montañas, por lo que, se decretó al 11 de diciembre, el Día Internacional de las Montañas, otro recordatorio de las consecuencias que tienen nuestras acciones diarias en cada región del planeta.

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