Por Elizabeth Castro. La oposición política en México es inexistente; sin embargo, los partidos insisten en hacernos creer que son contrapesos efectivos al poder casi hegemónico de MORENA. A menos de seis meses de la jornada electoral, los antiguos adversarios se unen para hacer frente a Andrés Manuel y sus aliados. Sí, la unión hace la fuerza y, sumando los números que cada partido obtiene de forma individual, tal vez podrían superar por un mínimo a los millones de simpatizantes de MORENA. Sin embargo, existen diversos factores que no se han analizado a profundidad y cuya importancia será visible sólo el día de la jornada electoral.
Por un lado, los millones de personas beneficiarias de los programas sociales que López Obrador ha creado desde su llegada a la presidencia; por otro, las personas que han obtenido apoyos a través de las acciones impulsadas por legisladores de la bancada de MORENA; tal es el caso de quienes han accedido a productos de primera necesidad a través del programa de abasto popular financiado por Dolores Padierna en la Ciudad de México. Además, el número de beneficiarios indirectos de estas acciones es aún desconocido y lo es también el total de personas que sin recibir ninguno de estos apoyos, cree en el proyecto encabezado por el presidente y su partido.
Así, aunque los partidos se unan para intentar hacer frente al efecto MORENA, puede que estos esfuerzos se vean superados por el voto unido que buscará perpetuar los apoyos de Obrador en el poder legislativo y mermar la capacidad de acción de la oposición política, oposición que al día no ha logrado presentar un plan de acción o una idea clara y concisa de lo que busca hacer; en un país dominado por el presidente, la oposición reduce su agenda a “queremos hacer lo opuesto a lo que hace López Obrador”, es decir, se apuesta por lo simple y se olvidan de colocarse a la altura del reto que supone sacudir el presidencialismo.
A nivel local, la historia no es distinta, la apuesta es mostrar las flaquezas y errores de los gobiernos de MORENA mientras militantes de la oposición recorren colonias y distritos enteros hablando de las bondades del gobernador y sus programas, dando “apoyos” y recibiendo vítores; como si eso bastara para garantizar el triunfo de una coalición en 2021, olvidando que hay cosas que las personas no olvidan y, ¿cómo olvidar que el presidente ha pavimentado calles en las cabeceras municipales?, ¿cómo olvidar que Andrés Manuel ha visitado Oaxaca?
2021 es un proceso complejo, en él, López Obrador medirá la fuerza de sus iniciativas y, contra eso, los partidos que se han dedicado a hacer declaraciones y -algunas veces- a ponerse en ridículo, tienen pocas armas. Si la oposición busca restar poder a MORENA, será necesario presentar propuestas claras y candidatos y candidatas adecuadas, dejando de lado los compadrazgos y las disputas internas; es decir, la apuesta debe ser contra MORENA, no por el poder per se.